Buenos Aires, 29 de diciembre de 2025-Total News Agency-TNA-La figura de Javier Faroni, conocido durante años como uno de los productores teatrales más influyentes de Mar del Plata, quedó en el centro de un entramado que combina política, fútbol y patrimonio personal, con vínculos directos con el Frente Renovador de Sergio Massa, el club Tigre y la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino. Lo que comenzó como una trayectoria cultural derivó en un rol clave en el manejo de fondos y contratos millonarios vinculados a la Selección y al negocio de las entradas, al tiempo que crecía su exposición por la magnitud de sus bienes declarados y las controversias administrativas que lo rodearon.

Faroni construyó su relación política dentro del espacio liderado por Sergio Massa, con militancia familiar en el Frente Renovador. Esa cercanía le permitió acceder a cargos electivos y ejecutivos: fue diputado bonaerense en 2015, intentó sin éxito gobernar Mar del Plata y, ya durante el gobierno de Alberto Fernández, integró el directorio de Aerolíneas Argentinas. Desde ese lugar consolidó vínculos con distintos sectores del poder, entre ellos el fútbol profesional, un terreno donde Massa históricamente mantuvo influencia política y territorial.
En ese esquema aparece el club Tigre, señalado como una de las primeras plataformas desde las cuales Faroni desembarcó en el negocio futbolístico. A través de su empresa de ticketing digital, Deportick, Tigre fue el primer cliente relevante antes de que el sistema se extendiera a otros clubes, a competencias organizadas por la Conmebol y, finalmente, a los partidos de la Selección Argentina y la Copa Argentina. En los círculos del fútbol se interpreta que esa relación inicial con Tigre no fue casual, sino coherente con el entramado político del massismo y su histórico anclaje en ese club.
El salto definitivo de Faroni se produjo cuando la AFA lo incorporó como engranaje central de su esquema comercial internacional. A fines de 2021, el comité ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino contrató a la firma estadounidense TourProdEnter LLC como agente comercial exclusivo para el exterior. Desde ese rol, la empresa vinculada a Faroni quedó habilitada para negociar sponsoreo, patrocinios, logística y eventos de los seleccionados nacionales, concentrando el circuito de cobros y pagos generados fuera del país. Ese contrato se transformó en el principal negocio del productor, justo antes de que la Selección se consagrara campeona del mundo y multiplicara su valor comercial.
En paralelo a su crecimiento en el fútbol, el patrimonio de Faroni comenzó a ser observado con mayor atención. Durante su paso por Aerolíneas Argentinas, declaró la tenencia de bienes en el exterior, entre ellos un departamento en Nueva York y sumas importantes de dinero en efectivo, con presentaciones ante la Oficina Anticorrupción que luego fueron rectificadas. También informó la posesión de un yate y de un entramado de sociedades vinculadas al negocio teatral, que más tarde derivaron en firmas dedicadas a la venta de entradas y a la explotación comercial de eventos deportivos. Su salida de la función pública, en 2022, se dio en un contexto de denuncias por posibles omisiones patrimoniales y cuestionamientos fiscales.
El crecimiento patrimonial y la expansión empresarial coincidieron con la consolidación de Faroni como hombre de confianza de Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA, y como nexo informal entre la cúpula del fútbol y el universo político del massismo. Tras el Mundial, su influencia se amplió a iniciativas culturales y comerciales impulsadas desde la AFA, como exposiciones temáticas y proyectos educativos frustrados, siempre con el respaldo de sellos productivos ligados a su nombre.
Frente a las revelaciones periodísticas sobre contratos, desvíos de fondos y empresas sospechadas, Faroni negó irregularidades y sostuvo que su relación con la AFA es legal, que sus empresas son privadas y que los fondos están debidamente liquidados y registrados. También afirmó haber abandonado la actividad política para concentrarse en sus negocios. Sin embargo, la combinación de su pasado massista, el rol inicial de Tigre como puerta de entrada al fútbol y la magnitud de los bienes y contratos bajo su órbita mantienen el foco sobre un entramado que hoy es observado con creciente atención judicial y mediática.
Fuentes consultadas: Clarín; La Nación; registros societarios; documentación de la Oficina Anticorrupción; informes periodísticos especializados en fútbol y política.

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