Los datos indican que no existe más la “pandemia de los no vacunados”, y por el contrario, cada vez hay una mayor proporción de muertes por Covid entre los vacunados que los no vacunados.
Mientras las autoridades de salud de la Casa Blanca, encabezadas por el infame Dr. Anthony Fauci, aseguran que estamos viviendo una “pandemia de los no vacunados”, los datos indican un panorama completamente diferente.
Según un análisis publicado este miércoles por Cynthia Cox, vicepresidente de la Kaiser Family Foundation, para el boletín Health 202 de The Washington Post, la mayoría de los estadounidenses que mueren de Covid-19 recibieron al menos las dosis iniciales de la vacuna.
Según los datos, el 58% de las muertes por covid en agosto de este año fueron de personas vacunadas con las dos dosis iniciales o incluso con una o dos dosis de refuerzo. Según el estudio, esta es una continuación de una tendencia que surgió el año pasado pero que se empezó a ver bien este año.
A medida que aumentaron las tasas de vacunación y aparecieron nuevas variantes, la proporción de muertes de personas vacunadas aumentó constantemente. En septiembre de 2021, las personas vacunadas representaban solo el 23% de las muertes por coronavirus. Para febrero de este año, el indicador subió al 42%.
Como mencionamos, en agosto de este año, el número ya está en 58% y continúa al alza. Ya hay más personas muriéndose con vacunas que sin vacunas, lo cual va en contra del relato del gobierno de Estados Unidos que asegura que las inyecciones de Pfizer y Moderna tienen un 95% de efectividad.
Según el Centro de Control de Enfermedades (CDC), un 80% de la población está vacunada con al menos dos dosis, mientras que un 34% tienen por lo menos una dosis de refuerzo. Pero los datos indican que estas personas no tienen la protección que creen tener. La autora del estudio afirmó que “ya no podemos decir que esto es una pandemia de los no vacunados”.
En Estados Unidos, las agencias de salud han recomendado que las personas se mantengan al día con la vacuna, recibiendo regularmente dosis de refuerzo, tal como lo establece el calendario oficial, sin embargo, esto parecería no tener el impacto que se dice que tiene.
El asesor de salud pública de la Casa Blanca, el Dr. Anthony Fauci, quien afortunadamente se jubilará el próximo mes, instó a las personas a vacunarse en su última conferencia de prensa antes de su retiro. “Por su propia seguridad y la de su familia, obtenga su vacuna Covid-19 actualizada tan pronto como sea elegible“, dijo y agregó: “No sea parte de la pandemia de los no vacunados“.
Cynthia Cox, como muchos expertos, pone en duda los dichos de Fauci. Cabe aclarar que Cox está lejos de ser una conspiranoica anti-vacunas. Como vicepresidente de la KFF, trabajó en el desarrollo del Obamacare durante el último gobierno demócrata, y es una de las más vocales promotoras de las vacunas.
“Las vacunas no son tan efectivas ni duraderas como se las promociona. Las vacunas son altamente eficacias pero su protección dura poco tiempo, y los refuerzos no están teniendo los efectos deseados, especialmente con la aparición de las variantes“, aseguró en un reciente tweet.
Y completó: “En este punto de la pandemia, la mayoría de los estadounidenses han recibido al menos su serie primaria de vacunas contra el Covid. Por lo tanto, tiene sentido que las personas vacunadas representen una mayor proporción de muertes, pero no debería estar pasando que la proporción de personas que se mueren con la vacuna aumente todos los meses“.
Hay una competencia entre el hecho nominal que hay más personas vacunadas por lo que debería haber una mayor proporción de muertes, pero al mismo tiempo si las vacunas son efectivas en un 95% como se dice, este número debería estar amortiguado. La tendencia apunta a que las vacunas no son tan efectivas como se dice, por lo que cada vez hay menos diferencia de protección entre los vacunados y no vacunados.
Además, la subvariante BA.5 omicron se volvió dominante en julio y representó constantemente la mayoría de las nuevas infecciones por coronavirus en los Estados Unidos y todo el mundo desde entonces. La cepa altamente transmisible provocó una ola de nuevas infecciones, aunque esta resultó considerablemente menos letal que la cepa original, lo que se cree que fue la verdadera razón que terminó la pandemia, al menos en mayor medida que la vacunación.
Fuente Derecha a Diario