La tasa de política monetaria de los Estados Unidos moderó su ritmo de aumento en respuesta a la desaceleración inflacionaria observada en noviembre. El nuevo rango de la FED oscila entre el 4,25% y el 4,5%, y no se descarta una futura corrección del objetivo de inflación.
La Reserva Federal dirigida por el republicano Jerome Powell decidió producir un aumento de 50 puntos básicos sobre la tasa de interés de los fondos federales, la tasa de política monetaria que funciona como una referencia para establecer los intereses de la totalidad del sistema financiero.
La nueva tasa de referencia adoptó un rango de entre 4,25% y 4,5%, el mayor nivel registrado en los últimos 15 años. El año 2022 acumuló una rueda de 7 aumentos consecutivos en la decisión del Comité de política monetaria de la institución.
Powell prometió una rápida corrección bajista sobre la hoja de balance de la autoridad monetaria, y en efecto los activos totales de la FED cayeron un 4,3% entre abril y la primera semana de diciembre.
El aumento de la tasa de la FED entre marzo y diciembre fue el más rápido registrado desde la década de 1980. Sin embargo, la séptima suba en diciembre moderó el ritmo de crecimiento de 75 puntos básicos a solo 50, en respuesta a la desaceleración de la inflación observada durante el mes de noviembre.
Los precios minoristas tuvieron un aumento de sólo el 0,1% en noviembre, y la inflación interanual cayó al 7,1% en comparación al mismo mes del año 2021. Los precios en el segmento mayorista aumentaron un 0,4% en el mes, y su variación interanual se moderó al 6,2%.
También se observó una mayor moderación en las expectativas de inflación de los agentes en vista a los próximos 12 meses. La Reserva Federal de Nueva York estima que la inflación esperada a un año cayó al 5,2% interanual, habiendo alcanzado el 6,8% en el mes de junio.
Con resultados medianamente similares, el índice de expectativas inflacionarias relevado por la Universidad de Michigan sugiere que los agentes esperan una variación interanual de precios en torno al 4,6% para diciembre de 2023.
Todas las mediciones de las expectativas sugieren la desinflación, pero ninguno de los resultados recabados resulta compatible con la meta de la Reserva Federal en torno al 2% de inflación anual. Lo mismo ocurre cuando se observa el alza de los ingresos nominales, que se sitúa por encima del 6% interanual y tampoco parece compatible con la meta de la FED.
Esta situación llevó a muchos analistas a especular con un posible cambio en la meta oficial de inflación de la Reserva Federal a un rango más realista, cercano al 3% o incluso 4% de variación interanual para 2023.
A estos propósitos, Powell se limitó a resaltar la necesidad de normalizar la hoja de balance de la institución, pero se pronunció al respecto de las dudas por las metas inflacionarias y no descartó un cambio sobre las mismas en un futuro.
La política monetaria de los Estados Unidos parece decidida a enfrentar la dinámica alcista de los precios, pero la política fiscal de Joe Biden no muestra indicios de moderación. La aprobación del rescate para las deudas estudiantiles significó un shock sobre las finanzas públicas equivalente al que tuvieron los cheques familiares durante la pandemia.
Sin la debida disciplina fiscal en el Gobierno federal, la efectividad de la política monetaria a través de sus distintos canales de transmisión se reduce conforme se pierde credibilidad y confianza.
Fuente Derecha a Diario