Esta semana se dio el primer encuentro en años entre Ankara y Damasco, patrocinado por el gobierno ruso.
El Gobierno turco afirmó hoy que en los próximos días seguirá trabajando con Siria para contribuir «a la paz y la estabilidad» en la región, después de que los ministros de Defensa de los dos países mantuvieran el miércoles la primera reunión gubernamental desde el comienzo de la guerra civil en 2011.
El ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, aseguró que en el encuentro, celebrado en Moscú, se destacó que la solución debe ser resuelta de una manera incluyente y enfocando todas las dimensiones del problema, bajo las resoluciones de Naciones Unidas.
«En este sentido, evaluamos que los trabajos que se llevarán a cabo en los próximos días pueden contribuir de forma importante a la paz y la estabilidad en la región y en Siria», dijo, según informa la agencia oficialista Anadolu.
El Gobierno turco, frontalmente opuesto al régimen sirio desde el comienzo de la guerra, lleva meses anunciando un cambio de actitud y planteando la posibilidad de retomar las relaciones en el contexto de sus planes de una nueva intervención militar en Siria para expulsar a los grupos kurdos de su frontera.
Ankara considera «terroristas» a las milicias kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que desde 2019 mantienen una alianza militar con el régimen sirio, mientras que Damasco tilda de «terroristas» a los diversos grupos armados que combaten contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, y de los que muchos cuentan con el respaldo de Ankara.
De hecho, Akar insistió en que la lucha contra el terrorismo fue uno de los principales temas que se trataron en el encuentro, en el que participó también el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú.
El ministro turco afirmó hoy que su país respeta la integridad territorial de Siria, donde ha realizado varias incursiones militares y donde controla unos 9.000 kilómetros cuadrados, y que el único objetivo de esas operaciones en luchar contra el terrorismo, tanto de la YPG como del yihadista Estado Islámico.
«Estamos haciendo esfuerzos para garantizar la seguridad de nuestro país, de nuestra nación y de nuestras fronteras», declaró Akar, quien dijo también que se quiere impedir que continúe la llegada de migrantes sirios a Turquía.
Turquía tiene registrados oficialmente 3,5 millones de refugiados sirios, lo que supone un grave problema para el Gobierno debido a la exigencia de la oposición y de parte de población de devolverlos a Siria. El Gobierno turco está preparando un plan para «retornos voluntarios» de refugiados sirios.
El último encuentro entre ministros turcos y sirios tuvo lugar en agosto de 2011 en Damasco, poco después del inicio de la rebelión siria, en una época en la que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, intentaba convencer a Assad de que cediera a las exigencias de democratización de los sublevados, lo que este rechazó.
En 2012, los dos países rompieron relaciones diplomáticas y Turquía empezó a servir de base para los movimientos rebeldes sirios que se constituían en gobierno en el exilio, reconocidos como representantes del pueblo sirio por numerosos países del mundo.
El mes pasado, Erdogan indicó que se planteaba retomar las relaciones una vez pasadas las elecciones turcas de próximo junio. EFE y Aurora
Fuente Aurora