LA HABANA, Cuba. – El profesor Julio César González Pagés publicó un post en su muro de Facebook donde revela nuevos detalles sobre el feminicidio en Camagüey de la adolescente de 17 años Leidy Bacallao, ultimada a machetazos por su expareja delante de varios oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
El crimen ha enardecido a la opinión pública y reavivado el debate sobre la necesidad de una ley integral contra la violencia de género, una norma que no está prevista en el cronograma legislativo cubano trazado hasta 2028.
La información compartida por el académico ―conocido además por sus estrechos lazos con el oficialismo― está basada en varios testimonios de amigos residentes en la localidad de Camalote, quienes le habrían contado que la relación de Leidy con su agresor, Elesván Hidalgo, comenzó cuando ella tenía 13 años y bajo el consentimiento de sus padres, que son Testigos de Jehová.
“Elesván Hidalgo se integra a dicha comunidad para poder ‘formalizar’ la relación y se va a vivir a la casa de la hermana de ella (Leidy), que emigró a los Estados Unidos”, explica. También precisa que la “boda” no se hizo en un juzgado formal, sino que fue amparada por las tradiciones de ese grupo religioso.
“La ‘unión’ fue un infierno para la niña Leidy Bacallao por los maltratos y golpizas constantes a los que la sometía Elesván, quien ejercía un control con celos tóxicos”.
Pagés argumenta en su publicación que la niña regresó a vivir con su mamá, y que su padre, también emigrado, pretendía llevársela a vivir con él. En la noche del crimen, relata, “Leydi salió huyendo de la fiesta (…) en dirección a la subestación de la Policía, donde solo se encontraba un policía de guardia”.
Agrega que Elesván Hidalgo habría desafiado al oficial, asesinando inmediatamente a la joven.
Contrario a lo que afirma la escueta nota divulgada por el Ministerio del Interior (MININT) en medios oficiales, y según la cual el homicida habría recibido un balazo en la zona lumbar, Pagés afirma que el policía disparó al agresor en el muslo, pero no pudo evitar el crimen.
Fuente Cubanet.org