Los hipotecados a tipo variable en España siguen sufriendo la subida del euríbor. El progresivo incremento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo para contener la inflación ha provocado que, desde hace un año, la tendencia al alza sea constante, pasando de estar en negativo en marzo de 2022 a alcanzar el 3,3% en enero de 2023; el dato más alto desde 2008. Y las previsiones no son muy alentadoras: según los analistas de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el principal indicador para calcular el interés de este tipo de hipoteca no ha tocado techo, y alcanzará el 3,48% en el primer semestre y el 3,51% a cierre de año.
Así, al menos de momento, esta situación seguirá impactando en los bolsillos de miles de familias que han visto cómo la cuota de su hipoteca se disparaba con fuerza. Pero, ¿cuánto exactamente? Un ejemplo: tras la última remontada, con una hipoteca de 300.000 euros a 20 años y un diferencial del 1% sobre el euríbor, la cuota mensual pasaría de 1.379 euros a 1.819 euros, 440 euros más al mes y 5.277 más al año. Y todo esto con un contexto económico marcado por la incertidumbre, la inflación y el consecuente aumento del coste de vida.
“Muchas veces tomamos la decisión con el estómago en vez de con la razón, sin antes analizar nuestra situación patrimonial”
Este cóctel de situaciones, precisamente, ha provocado que muchas personas con ahorros se planteen saldar su deuda con el banco cuanto antes, llevando a cabo una amortización total o, en la mayoría de los casos, parcial. Con esto, el hipotecado tiene dos opciones: reducir el plazo de devolución o reducir el importe de las cuotas. Ahora, la gran pregunta: ¿conviene dar este paso?
Amortizar la hipoteca en este momento supondría un ahorro en ambos casos, ya que los intereses se calculan sobre la cantidad de dinero pendiente. La cuestión es que este camino, según Jaime Aguilar, socio de asesoramiento patrimonial de Abante, no siempre es el más rentable desde el punto de vista financiero: “Independientemente de las circunstancias particulares de cada persona, cuando la rentabilidad de invertir es igual o superior a lo que cuesta la hipoteca, financieramente es más lógico invertir. El problema es que muchas veces tomamos la decisión con el estómago en vez de con la razón, sin antes analizar nuestra situación patrimonial y ver claramente las opciones que tenemos sobre la mesa”.
Así, Aguilar considera que tomar una decisión precipitada conlleva dos riesgos: que el hipotecado sacrifique un dinero ahorrado que podría destinar a su jubilación o a solventar algún imprevisto del futuro, y que deje de ganar una rentabilidad que podría estar obteniendo si invirtiese, asumiendo muy poco riesgo y en plazos cortos. “Venimos de una situación en la que la renta fija no daba absolutamente nada de rentabilidad, pero las cosas han cambiado mucho en el último año. Ahora, por ejemplo, las letras del tesoro a 12 meses están dando ya un 3%”, explica.
“Las cosas han cambiado mucho en el último año en renta fija. Ahora, por ejemplo, las letras del tesoro a 12 meses están dando ya un 3%”
¿Cuál sería la consecuencia financiera, en números, de amortizar la hipoteca para reducir cuota? Apoyándonos en el ejemplo anterior (una hipoteca contratada hace tres años de 300.000 euros a 20 años y un diferencial del 1% sobre el euríbor), imaginemos que contamos con unos ahorros de 50.000 euros y veamos los dos caminos, teniendo como base el escenario más probable según las estimaciones: el euríbor se mantiene en estos niveles un par de años y se modera hasta cerca del 2% en 2025.
En este supuesto, amortizar para reducir la cuota supondría un ahorro en intereses de 2.121 euros durante 2023 y un total de 13.735 euros hasta el fin de la hipoteca en 2039. Sin embargo, invirtiendo esos 50.000 euros en una cartera o un fondo con un 3% de rentabilidad media anual hasta 2039 (un 1% por encima de una inflación media del 2% a largo plazo), se obtendrían 16.500 euros de rentabilidad extra. Una cantidad a la que habría que sumar, además, el capital inicial de 50.000 euros.
Pero, ¿y si el euríbor no se modera y se mantiene en el nivel actual durante todo el plazo de la hipoteca? ¿Seguiría compensando invertir en lugar de amortizar? En este caso, al permanecer los tipos de interés más elevados durante más tiempo, la cartera tardaría un poco más en superar al ahorro de intereses por amortización, pero también lo superaría.
No obstante, Aguilar recalca la importancia de analizar cada caso concreto porque las circunstancias personales de cada uno son muy dispares: “Hay personas que pueden necesitar ese ahorro mensual inmediato porque tienen un evento cercano en el que necesitarán liquidez, porque por sus circunstancias personales andan más justos a final de mes o porque, simplemente, con la incertidumbre, no les hace ningún bien a nivel psicológico tener una deuda. Por eso, la recomendación general no es invertir, sino razonar y tener muy claras las opciones que tenemos para, así, decidir el camino que más nos conviene”.
Los hipotecados a tipo variable en España siguen sufriendo la subida del euríbor. El progresivo incremento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo para contener la inflación ha provocado que, desde hace un año, la tendencia al alza sea constante, pasando de estar en negativo en marzo de 2022 a alcanzar el 3,3% en enero de 2023; el dato más alto desde 2008. Y las previsiones no son muy alentadoras: según los analistas de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el principal indicador para calcular el interés de este tipo de hipoteca no ha tocado techo, y alcanzará el 3,48% en el primer semestre y el 3,51% a cierre de año.
Fuente El Confidencial