Un excursionista israelí descubrió recientemente un fragmento de cerámica de 2.500 años de antigüedad. En la figura aparece la inscripción del nombre del rey persa Darío el Grande, padre del rey Asuero.
Se trata del primer descubrimiento en Israel de una inscripción con el nombre de Darío I, según anunció la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).
Al rey Asuero se lo considera el Ajashverosh bíblico de la historia de Purim, que la comunidad judía celebrará la próxima semana. El lugar del hallazgo, la antigua ciudad de Lachish, era una ciudad próspera y un importante centro administrativo hace 2.500 años. Se cree que la inscripción es un recibo de mercancías recibidas o enviadas.
Por su parte, el ostracón, un tiesto utilizado como superficie de escritura, lleva una inscripción en arameo que reza “Año 24 de Darío”, lo que data del 498 a.C.. Darío I reinó entre los años 522 y 486 a.C., durante los cuales el Imperio Persa Aqueménida creció rápidamente hasta abarcar una gran parte del mundo antiguo. Pero hasta ahora no se había encontrado en Israel ninguna prueba escrita del reinado de Darío.
El fragmento de cerámica es una nueva antigüedad encontrada por un israelí en el país. En este caso se trata del excursionista Eylon Levy, quien paseaba por Tel Lachish, en el centro de Israel. Vio unas marcas extrañas y, cuando miró más de cerca, vio que era un trozo de cerámica con arañazos que podían ser de escritura.
“De repente se me paró el corazón”, declaró Levy. “Inmediatamente, cuando lo cogí, pensé que era una broma. Pensé: esto no puede ser real, esto no le pasa realmente a la gente cuando está de excursión”, expresó.
Pero cuando miró más de cerca, vio que la inscripción continuaba bajo una costra de tierra compacta, que parecía demasiado elaborada para ser falsa.
“Informé inmediatamente a la Autoridad de Antigüedades de Israel. Su reacción fue que parecía auténtica y muy interesante”, comentó.
Saar Ganor, de la IAA, que supervisa las excavaciones en Tel Lachish, se reunió con Levy y se llevó el tiesto para más pruebas.
“Pareció tan fortuito, un hallazgo tan extraordinario delante de las narices de todo el mundo, que hasta un poco desconfié”, afirmó Levy.
Unas semanas más tarde, Ganor llamó a Levy y le dijo que el tiesto era auténtico.
El hijo de Darío I, el rey Hishrash (Asuero, también conocido como Jerjes en griego), siguió los pasos de su padre en la expansión del imperio, gobernando la mayor parte del mundo antiguo “desde la India hasta Cus [la actual Etiopía]”, como se describe en el Libro de Ester.
Levy encontró el ostracón en los restos del edificio de la administración real persa de Tel Lachish, que se excavó por primera vez en 1930.
Tel Lachish, además, recibe decenas de miles de visitantes al año. Se espera que en los próximos meses abra sus puertas un nuevo centro de visitantes.
Vía Israel Noticias
Fuente Vis a Vis