El dispositivo se controla mediante una palanca de mando y una pantalla y se utiliza para realizar cirugías cerebrales mínimamente invasivas. Cuenta con herramientas quirúrgicas como un endoscopio y un sistema de corte por láser.
Esta tecnología se utiliza para tratar trastornos cerebrales como tumores o hemorragias.
Al ser tan pequeño puede acceder a zonas del cerebro difíciles de alcanzar con las técnicas convencionales, permitiendo una recuperación más rápida y con menor tasa de complicaciones.
Cada milímetro cuenta cuando se opera el cerebro. Los neurocirujanos normalmente tienen alrededor de una a dos pulgadas (25-50 mm) de espacio de trabajo y, a menudo, necesitan perforar grandes aberturas en el cráneo para colocar cámaras, microscopios y otras herramientas, para garantizar la máxima precisión al operar.
Cuanto más profundo necesiten excavar en el cerebro del paciente, más complejo será el abordaje del tumor objetivo y mayor será el riesgo de daño al tejido cerebral sano, lo que puede provocar una variedad de complicaciones, como problemas de memoria, pérdida del habla o movimiento, convulsiones e incluso la muerte.
Pero con el sistema de Tamar Robotics, solo necesitan crear una única y pequeña incisión en el cráneo y el corredor, lo que reduce el riesgo y el tiempo de recuperación para el paciente.
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La empresa, con sede en Haifa y fundada por el profesor Moshe Shoham, espera que el sistema sea aprobado para su uso en hospitales estadounidenses en 2026. Con este sistema, los médicos precisan crear una única incisión en el cráneo y el corredor, lo que baja el riesgo y el tiempo de recuperación.
“Todo es tan delicado y estrecho en el cerebro que si te mueves en la dirección equivocada, es posible que puedas sacar el tumor, pero el paciente no podrá hablar ni caminar por el resto de su vida”. dice Aaron Feldman, vicepresidente de desarrollo empresarial. “Es por eso que si puede reducir el corredor a través del tejido cerebral para acceder al tumor, esa es una gran diferencia”.
Fuente Vis a Vis