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Mario Markic suele decir que después de 27 años de trabajar en televisión y recorrer la Argentina varias veces (incluyendo dos viajes a la Antártida, las Malvinas y una visita a la Isla de los Estado) salir de la zona de confort era algo que necesitaba. “Ahora tengo que aprender otro lenguaje, el de la política”, comenta en un breve diálogo con El Cronista.
Luego de la derrota aplastante del oficialismo provincial en las legislativas del 2021, donde el kirchnerismo salió tercero después de Roxana Reyes que salió primera y Claudio Vidal, segundo, la ilusión de que ganarle al Frente de Todos después de varias décadas se transformó en un sueño más alcanzable.
El acercamiento del periodista al PRO lo produjo el dirigente mercedino Ezequiel Bisso, quien iba a la Facultad con su sobrina y ofició de “Celestina”. Fue una larga conversación que incluyó al diputado provincial Alex Campbell, al diputado nacional Cristian Ritondo, a la ex gobernadora María Eugenia Vidal. Dio el sí y estuvo todavía varios meses antes de informarlo, esperando concluir ordenadamente sus compromisos con el canal de noticias TN.
En el camino, se fue reuniendo con Mauricio Macri (en diciembre último), con Patricia Bullrich (varias veces, la última, una vez que oficializó su paso) y aún le falta con Horacio Rodríguez Larreta, encuentro que espera concretar en los próximos días.
Aquí no la tiene fácil. Los referentes larretistas son los hermanos Carambia, uno de los cuales -José María- es intendente reelecto de Las Heras. Antonio fue diputado nacional. Entre ambos, construyeron un vínculo con el precandidato a presidente a través de Maximiliano Corach, quien aún no define cómo jugar en las elecciones a gobernador.
Markic, de hecho, aún no tiene claro cuál será el lugar que va a ocupar. En la provincia de Santa Cruz tiene un conocimiento superior al 90%, pero hay dada la victoria de Reyes en las últimas elecciones, es difícil ahora correrla de la candidatura a gobernador, cuando hasta el propio Eduardo Costa (también radical), se corrió para dejarle paso.
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Markic está listo para acompañar donde sea útil. Si hay ley de lemas, haciendo uno del PRO. La otra posibilidad es acompañar a Reyes, también miembro del Consejo de la Magistratura por la oposición, como candidato a diputado.
Como aún no se conocen las reglas electorales que la que se competirá en Santa Cruz, ni siquiera la fecha, el periodista tomará la decisión más adelante. Mientras tanto, se va instalando, viendo también qué pasa entre la dirigencia local.
“Mi vocación es colaborar en una nueva etapa en Santa Cruz, provincia con petróleo, con gas, con minería, con pesca, con apenas 300.000 habitantes, que podría ser Kuwait, pero está cada vez más pobre, transformada en un feudo al estilo de provincias sin recursos, dominada por el apellido Kirchner hace casi 40 años”, transmite.
Asegura que, desde el año pasado, por decisión del Consejo Provincial de Educación, los alumnos de la secundaria pasaron de año sin importar la cantidad de materias que tenían aprobadas. “Yo me recibí a los 22 años, porque repetí tres veces por mal alumno, y era lo que correspondía“, recuerda Markic, quien fue a la misma escuela que Néstor Kirchner, el bachillerato Escuela Normal Superior República de Guatemala.
A partir de entonces, el periodista viajó para desarrollar su profesión, pero “siempre me mantuve en contacto permanente con Santa Cruz, donde tenía toda mi familia”. Y sobre su filiación política tampoco niega precisiones. “Peronista nunca fui, tampoco estuve afiliado a ningún partido, respaldé con optimismo el liderazgo de Raúl Alfonsín, que puso en marcha la nueva democracia”, asegura.
Gran lector de libros de historia y política a través de autores diversos como Ezequiel Martínez Estrada o Félix Luna, pasando por Julio Maffud, Juan José Sebreli o el Martín Fierro de José Hernández, se lamenta especialmente de que la librería más importante de Río Gallegos tuvo que cerrar por falta de clientes. “Es una perla negra que muestra lo mal que se está viviendo en Santa Cruz”, se lamenta el flamante candidato santacruceño del PRO.
Fuente El Cronista
