El Banco Central Europeo (BCE) ha concluido que las entidades europeas no tienen riesgo de contagiarse de la crisis bancaria que ha provocado el desplome bursátil de varios bancos en Estados Unidos y Suiza. Para hacer esta afirmación, ha recabado la información necesaria para asegurar que los depósitos de todos los bancos de la zona euro se mantienen estables y que su exposición a Credit Suisse es insignificante, según confirma Reuters.
El organismo presidido por Christine Lagarde se ha reunido de urgencia este viernes en Fráncfort (Alemania) para realizar un análisis de las turbulencias que se han producido en los mercados financieros del viejo continente como consecuencia de la crisis de Silicon Valley Bank y el rescate de First Republic. Se trata de la segunda asamblea que realiza esta misma semana, ya que el lunes celebró un encuentro similar.
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Esta reunión extraordinaria del BCE, en la que ha abordado el estrés en el sector bancario, se ha producido solo un día después de que el banco central decidiera cumplir con su hoja de ruta y subir los tipos de interés en 50 puntos básicos, hasta el 3,5%. Pero la presidenta del organismo, Christine Lagarde, evitó mencionar en rueda de prensa la posibilidad de futuras subidas, algo que sí hizo en anteriores ocasiones.
Sí que se pronunciaron los gobernadores de los bancos de Estonia, Lituania y Eslovaquia, que se desmarcaron del silencio institucional y plantearon la necesidad de seguir subiendo los tipos de interés cuando se desvanezca la agitación en los mercados. “Las tendencias de inflación no han desaparecido”, advirtió este viernes el banquero central lituano, Gediminas Simkus, antes de asegurar que sigue creyendo “que este no ha sido el último aumento de las tasas de interés”. “El desarrollo futuro de la inflación habla claramente a favor de la necesidad de continuar [con las subidas]”, reforzaba su colega eslovaco, Peter Kazimir.
El gobernador del Banco de Estonia, Madis Muller, prefirió ser algo más prudente y puso la pelota en el tejado de los inversores: “Los mercados financieros esperan que las tasas de interés sigan subiendo”. En una entrevista en una radio local, aseguró que “para reducir la inflación a las cifras de los pronósticos, existe la presunción de que las tasas de interés aún deben aumentar”.
Es decir, pese a las turbulencias que se han desatado en los mercados por la crisis bancaria, los halcones no renuncia por ahora a endurecer la política monetaria para intentar reducir la inflación al entorno del 2%. “La prioridad es combatir la inflación, y tenemos un compromiso, que es llevar la inflación al 2%”, recordaba también el gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhau, en una entrevista en la televisión BFM Business.
Los inversores están también muy pendientes de lo que sucede al otro lado del Atlántico, donde la semana que viene se reúne la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Antes de la sangría bursátil liderada por el sector bancario, el consenso del mercado descontaba que el organismo liderado por Jerome Powell iba a subir las tasas en 50 puntos básicos, pero ahora las previsiones son algo más comedidas. Hay casas de análisis que ya hablan de un repunte de 25 básicos e, incluso, el banco de inversión japonés Nomura predice un recorte de 25 puntos.
El Banco Central Europeo (BCE) ha concluido que las entidades europeas no tienen riesgo de contagiarse de la crisis bancaria que ha provocado el desplome bursátil de varios bancos en Estados Unidos y Suiza. Para hacer esta afirmación, ha recabado la información necesaria para asegurar que los depósitos de todos los bancos de la zona euro se mantienen estables y que su exposición a Credit Suisse es insignificante, según confirma Reuters.
Fuente El Confidencial