El primer ministro, Benjamín Netanyahu, defendió la ley aprobada que levanta el veto de acceso a israelíes a cuatro asentamientos de Samaria desalojados en 2005.
Sin embargo, aseguró que su Gobierno no pretende construir nuevos asentamientos en esas áreas, tras las quejas de Estados Unidos.
La legislación validada en el Parlamento (Kneset) «pone fin a una ley discriminatoria y humillante que prohibía a los judíos vivir en áreas del norte de Samaria (denominación bíblica de la zona norte de Cisjordania), parte de nuestra patria histórica», declaró el jefe de Gobierno en un comunicado difundido por su oficina.
También matizó que la legislación, que deroga partes de la llamada Ley de Desconexión de 2005 -que supuso el desalojo de los colonos de Gaza y de cuatro asentamientos en Cisjordania- no pretende en sí el restablecimiento de residentes israelíes en estos lugares.
«El Gobierno no tiene intención de establecer nuevas comunidades en estas áreas», aseguró el mandatario, después de las quejas, por parte de la Administración de Joe Biden en Estados Unidos, tras aprobarse la nueva legislación.
El Gobierno estadounidense, contrario a la expansión o creación de nuevos asentamientos en el territorio disputado de Cisjordania, ha expresado su creciente malestar por los pasos que va tomando la coalición de Gobierno, donde tienen gran peso fuerzas de ultraderecha partidarias de poblar y ampliar los asentamientos y aplicar medidas duras en respuesta a la escalada de violencia palestina.
Ante ello, el líder de la oposición y ex primer ministro, Yair Lapid, aseguró que el actual Ejecutivo «ha logrado eliminar el apoyo de Washington» a Israel, deteriorando una alianza con Estados Unidos que es clave para el Estado judío. EFE y Aurora
Fuente Aurora