LA HABANA, Cuba. – Desde el centro penitenciario de máximo rigor El Pitirre, también conocido como la 15-80, que se encuentra ubicado en San Miguel del Padrón, La Habana, el manifestante del 11J Harlen Oropesa Carrero denuncia los maltratos físicos y psicológicos perpetrados contra los prisioneros, así como las duras condiciones de cautiverio que sufren los internos en ese penal.
A través de una conversación telefónica, Oropesa Carrero dio a conocer que en esa unidad carcelaria hay una gran escasez de comida y medicamentos. Como ejemplo describió que la ración diaria destinada a los prisioneros en la 15-80 consiste generalmente en un vaso de agua con sal, tres o cuatro cucharadas de arroz y un huevo hervido, o en otros casos un poco de agua caliente con un pedazo de yuca hervida, dos o tres cucharadas de arroz y una cucharada de picadillo.
El prisionero político señaló además que la instalación carcelaria está infestada de chinches que pican incesantemente a los reclusos sin que las autoridades penitenciarias tomen medidas efectivas, tales como fumigar o cambiar las tablas de las camas. Asimismo hizo énfasis en que debido a la falta de higiene se les infectan las heridas y al no haber medicamentos los internos afectados no reciben tratamiento, ni les suministran atención médica de ninguna clase.
Oropesa Carrero agregó que estas y otras condiciones determinan que los prisioneros se sientan sometidos a maltrato físico y psicológico, y por esa razón reclama que alguna instancia internacional interceda por la liberación de los manifestantes y demás presos políticos y de conciencia sometidos a prisión en la Isla.
Oropesa Carrero tiene 39 años de edad y hasta ser apresado vivía en el reparto Luyanó Moderno, perteneciente al municipio capitalino de San Miguel del Padrón. Es graduado de Educación Primaria de la Escuela Pedagógica “Presidente Salvador Allende”. En anteriores ocasiones ha relatado cómo durante el estallido popular ocurrido el 11 de julio de 2021 fue apresado en la Calzada de Güines y conducido a la prisión de Ivanov, donde al llegar lo hicieron pasar por entre dos hileras de soldados que lo golpearon.
En esta ocasión, reiteró también que fue condenado a una pena de nueve años de privación de libertad por los supuestos delitos de desórdenes públicos, desacato, atentado e instigación a delinquir.
El prisionero político se encontraba cumpliendo condena en la prisión de Valle Grande, también de máximo rigor, hasta que hace aproximadamente tres meses fue trasladado a El Pitirre.
Fuente Cubanet.org