La policía israelí informó que las oraciones de este viernes por la mañana fueron mayormente pacíficas, luego de semanas de tensión.
Unos 4 millones de fieles oraron en la sagrada mezquita de Al Aqsa de Jerusalén durante el mes de Ramadán, que terminó anoche, mientras los musulmanes de la zona se preparan para celebrar de la fiesta del Aíd al Fitr que pone fin a ese mes de ayuno y recogimiento.
Alrededor de 120.000 fieles volvieron hoy a la Explanada de las Mezquitas -tercer lugar más sagrado para el islam y eterno foco de conflicto con los israelíes- para los rezos de Aíd al Fitr, en un ambiente más festivo que las semanas anteriores.
El Waqf, el fideicomiso islámico respaldado por Jordania que administra la Explanada de las Mezquitas, informó hoy que unos cuatro millones de fieles musulmanes, la mayoría palestinos pero también procedentes de otros países, han acudido a rezar al recinto desde que comenzara el Ramadán, el pasado 22 de marzo.
La policía israelí informó que las oraciones de este viernes por la mañana fueron mayormente pacíficas, aunque «un puñado de alborotadores intentaron molestar a otros fieles, para profanar un lugar sagrado e incitar al terrorismo», en un mensaje acompañado de un vídeo donde se ve a varios jóvenes enmascarados tratando de colgar banderas del movimiento terrorista Hamás.
El mes sagrado del Ramadán, siempre tenso en Jerusalén, ha terminado sin graves incidentes, pero la segunda semana hubo grandes enfrentamientos entre terroristas palestinos y la policía israelí, luego de que cientos de palestinos se habían atrincherado con explosivos, fuegos artificiales y piedras.
Los agentes desalojaron el lugar; lo que despertó la rápida respuesta de las milicias terroristas palestinas que lanzaron cohetes desde Gaza.
Dos días después se unieron a la ofensiva milicias propalestinas desde Líbano y desde Siria, elevando al máximo la tensión en Oriente Medio, aunque la escalada se apaciguó rápidamente después de que Israel lanzara bombardeos selectivos sobre todos los lugares desde donde se dispararon cohetes.
Para apaciguar los ánimos, Israel prohibió las visitas de judíos al recinto en los últimos diez días de Ramadán, después de haberlas permitido esa convulsa segunda semana que coincidió con el Pésaj o Pascua Judía.
Con información de Efe
Fuente Aurora