El Riachuelo sigue sin poder encontrar un equilibrio con el desarrollo social e industrial de sus alrededores y aún sufre por los desechos que son volcados o arrojados a su cauce, ya que en 2022 se retiraron casi 3.500 toneladas de residuos, principalmente plásticos y ramas.
Hablar del Riachuelo lleva inmediatamente a pensar en contaminación, más allá de que la situación actual dista bastante del complejísimo panorama que supo tener la cuenca cuando la Corte Suprema de Justicia emitió el histórico fallo de la Causa Mendoza que obligaba a Nación, Ciudad, Provincia y municipios a poner manos a la obra para sanear el curso de agua, otorgar soluciones habitacionales para las familias que residían sobre el camino de sirga, atender los problemas de salud de los vecinos y comenzar un proceso de reconversión industrial para evitar el vuelco de residuos tóxicos.
De acuerdo a los datos de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo, en base a un pedido de acceso a la información pública realizado por la Agencia NA, el año pasado se retiraron y dispusieron un total de 3.402 toneladas del espejo de agua del cauce principal (comprendido desde la Ruta Provincial Nº 4 hasta el límite hidrográfico aprobado por Resolución ACUMAR Nº 1113/2013).
En el marco de las periódicas tareas de limpieza, el organismo a cargo de Martín Sabbatella se emplean barreras de retención, embarcaciones (barcazas con grúas y grampa tipo almeja y catamaranes con pala cargadora frontal) y guinches de arrastre giratorio con grampa almeja (grúas) ubicados en los obradores de Puente Bosch y Alsina.
A través de esas herramientas, según el último informe de Acumar, de febrero pasado, se extraen del agua del Matanza-Riachuelo ramas, restos forestales y desmalezado, plástico, pañales y apósitos, neumáticos fuera de uso, textiles, madera, envases metálicos, vidrio y otros, como cartón o telgopor, en ese orden de abundancia.
Sólo en diciembre pasado, se extrajeron 550 toneladas de residuos sólidos urbanos (RSU) del cauce principal del destacado curso de agua, siendo el mes de mayor recolección de desechos en 2022.
Foto: Acumar.
Gran parte de esa basura que termina flotando en el Riachuelo llega flotando desde los arroyos que alimentan (de agua y de residuos) al cauce principal y en cuyas márgenes residen millones de personas: Arroyo del Rey, Arroyo Mujica, Arroyo Ortega, Canal Huergo, Arroyo Santa Catalina, Arroyo Aguirre, Arroyo Dupi, Arroyo Susana, Arroyo Don Mario, Arroyo Las Víboras, Arroyo Morales, el Viejo Cauce Matanza sobre el Barrio José Hernández y sus afluentes, ubicados en los partidos bonaerenses de Lomas de Zamora, Ezeiza, La Matanza, Esteban Echeverría y Merlo.
Como parte de las tareas de limpieza, Acumar también analiza los residuos para así poder orientar sus políticas a fin de avanzar en el saneamiento de la Cuenca.
A través del estudio se conocen detalles sobre el tipo de residuos extraídos del agua, ya que al realizar una separación manual es posible conocer el porcentaje estimado de la cantidad y tipos de desechos.
El objetivo es ampliar la información a tener en cuenta en las decisiones de gestión integral de residuos, que representan una de las principales fuentes de contaminación actuales del área que abarca 2.047 kilómetros cuadrados, en los que residen 4.571.056 personas.
Fuente Mendoza Today