La Comisión Europea ha presentado este miércoles una propuesta legislativa para hacer un lavado de cara a la Unión Aduanera, creada en 1968, y que sirve para el establecimiento de tarifas aduaneras comunes a las mercancías que entran dentro de la Unión. El problema es que la estructura ha ido quedándose poco a poco obsoleta, y eso ha llevado al Ejecutivo comunitario a poner encima de la mesa la remodelación más relevante desde su creación, introduciendo una simplificación del entorno regulatorio, una centralización de la vigilancia y adaptando el sistema a las características del comercio digital. Se trata únicamente de una propuesta inicial que ahora debe ser debatida y acordada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, que representa a los Estados miembros.
El problema de la Unión Aduanera es que no está tan unida como su nombre implica. Los importadores tienen que tratar con 27 administradores distintos y tienen que enfrenarse a una maraña de más de 111 sistemas informáticos distintos que no siempre están conectados entre ellos. La Comisión Europea recuerda que “no existe una base de datos central de aduanas de la UE ni una supervisión de la cadena de suministro de la UE”. Y eso, en un mundo cada vez más complejo, es un problema.
¿Por qué es cada vez más complejo? Por tres razones fundamentales. La primera es el boom del comercio electrónico, que hace que haya un aumento muy importante de envíos de bajo valor que entran en la Unión Europea desde fuera; la segunda es el aumento de toda la red de normas del bloque comunitario, como las reglas respecto a los estándares medioambientales o los estándares relacionados con el trabajo forzoso, y, en tercer lugar, por cuestiones geopolíticas, especialmente en lo que se refiere a la aplicación de sanciones. De hecho, los ministros de Finanzas de la Unión Europea se reunieron este martes en Bruselas y uno de los puntos de la agenda era la necesidad de mejorar el intercambio de información de aduanas para garantizar el cumplimiento de las sanciones a Rusia por su invasión de Ucrania.
Detalles de la propuesta
La Unión Aduanera no solamente tiene que encargarse de hacer frente a esos retos, siendo uno de los principales la aplicación de toda esa red de normas cada vez más exigentes de la Unión Europea, sino que, además, es responsable de recolectar cada año 80.000 millones de euros en derechos de aduanas, impuestos especiales e IVA. En 2021, el comercio exterior de la UE ascendió hasta los 4,3 billones de euros, lo que representa el 14% del comercio mundial.
La reforma que propone el Ejecutivo comunitario se basa en tres ideas. La primera es “una nueva asociación entre las aduanas y las empresas basada en la transparencia y la responsabilidad“, en la que se usará la inteligencia artificial para intentar reducir al máximo la necesidad de hacer declaraciones aduaneras. La segunda idea se basa en establecer una nueva arquitectura para la vigilancia de la Unión Aduanera, creando una nueva autoridad europea que centralice los esfuerzos y coordine mejor a las distintas autoridades nacionales. La tercera idea es adaptar el marco al comercio electrónico, donde la Comisión Europea admite que existen “enormes niveles de fraude”.
La primera de las ideas se aterrizará simplificando los 111 sistemas informáticos a los que actualmente se tienen que enfrentar las empresas. La Comisión Europea propone crear un Centro de Datos Aduaneros de la UE, llamado Data Hub, que utilizará aprendizaje automático e inteligencia artificial para recopilar toda la información necesaria. Este centro empezará a trabajar con el comercio electrónico en 2028 y, después, se utilizará por todas las empresas a partir de 2032, lo que la Comisión Europea espera que se traduzca en “beneficios inmediatos, simplificaciones y ahorros para las empresas”.
Otra de las medidas está centrada en esos “enormes niveles de fraude” de los que se queja Bruselas. En gran parte, ese fraude se producía porque la unión aduanera estaba pensada para el comercio a gran escala, y por esas rendijas se colaba todo el comercio digital. Actualmente, las mercancías de un valor inferior a 150 euros estaban exentas de derechos de aduanas, lo que hacía que el 65% de los paquetes que ingresan en la Unión Europea tengan su precio desinflado para evitar superar ese límite, que ahora la Comisión Europea propone suprimir.
“La Unión Aduanera ha estado en el centro de la integración de la UE durante los últimos 55 años. Ante nuevos desafíos y amenazas, hoy nos estamos dotando de una herramienta más para acelerar los flujos comerciales y apoyar nuestra recuperación económica“, ha explicado Paolo Gentiloni, comisario de Economía. “Esta reforma de gran alcance reducirá la burocracia y los costes de cumplimiento para las empresas, creará más transparencia y seguridad para los ciudadanos de la UE cuando compren en línea e introducirá procesos más sencillos e innovadores para las autoridades”, ha añadido el italiano.
La Comisión Europea ha presentado este miércoles una propuesta legislativa para hacer un lavado de cara a la Unión Aduanera, creada en 1968, y que sirve para el establecimiento de tarifas aduaneras comunes a las mercancías que entran dentro de la Unión. El problema es que la estructura ha ido quedándose poco a poco obsoleta, y eso ha llevado al Ejecutivo comunitario a poner encima de la mesa la remodelación más relevante desde su creación, introduciendo una simplificación del entorno regulatorio, una centralización de la vigilancia y adaptando el sistema a las características del comercio digital. Se trata únicamente de una propuesta inicial que ahora debe ser debatida y acordada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, que representa a los Estados miembros.
Fuente El Confidencial