En los últimos días, los medios de comunicación se han visto inundados con noticias sobre la expansión castrense iraní combinada con los preparativos de Hezbollah para una acción militar contra objetivos israelíes en el norte del país.
Por el Dr. Yehoshua Kalisky
Este cúmulo de informes, junto con las palabras del ministro de Defensa y del jefe del Estado Mayor en la Conferencia de Herzliya en la Universidad Reichman, pueden causar preocupación entre el público, y por ello es oportuno aclarar varios puntos relevantes sobre el tema:
En cuanto a la instalación subterránea de Natanz que se ha revelado recientemente, se trata de una instalación a una profundidad considerable en las montañas de Zagros que se utilizará para enriquecer uranio mediante el uso de centrifugadoras de última generación.
Esto tiene dos significados: Irán está aumentando significativamente su eficiencia de enriquecimiento bajo el manto de la inmunidad subterránea, tal vez incluso contra las bombas «destructoras de búnkeres» como la GBU-57.
Este informe, junto con la divulgación oficial iraní de un nuevo misil balístico de largo alcance con capacidades de guía y control, el “Khorramshahr-4”, parece preocupante.
Al mismo tiempo, se debe recordar una serie de hechos: la producción iraní de material fisionable (uranio enriquecido de grado militar) es solo una etapa en una cadena de procesos largos y complicados necesarios para crear armas nucleares.
Además, Israel cuenta con sofisticadas contramedidas que le permiten hacer frente con eficacia a la amenaza de misiles y cohetes.
Por lo tanto, esta secuencia de informes de noticias debe verse como una especie de mensaje de disuasión para Israel en términos de “tenemos el potencial para alcanzar una capacidad nuclear y tenemos medios efectivos de lanzamiento”.
Los recientes comentarios del ministro de Defensa, el jefe del Estado Mayor y el primer ministro sobre estos temas constituyen un claro mensaje disuasorio para nuestros enemigos.
La jactancia de los líderes de Irán y Hezbollah sobre este tema refleja frustración y sirve como un sustituto verbal agresivo de acciones agresivas, por lo que podemos suponer que han interiorizado (por ahora) los mensajes de Israel.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Fuente Aurora