Irán y Estados Unidos niegan que se haya logrado algún progreso hacia un nuevo acuerdo nuclear, pero Israel se mantiene escéptico. El primer ministro Netanyahu ha declarado que cualquier acuerdo de este tipo no será vinculante para Israel.
Por Yoni Ben Menachem
• En mayo, los funcionarios de la Administración Biden informaron en una sesión informativa a puertas cerradas ante el Senado de los EE. UU. sobre el rápido avance del programa nuclear de Teherán. Sin embargo, afirman que las negociaciones sobre un acuerdo se han estancado. (1) Una publicación afirmó recientemente que los negociadores estadounidenses e iraníes mantuvieron conversaciones directas en los Estados Unidos. (2)
• Altos funcionarios de seguridad israelíes argumentan que un nuevo acuerdo nuclear entre las potencias mundiales e Irán pondrá en peligro a Israel al reforzar la fuerza militar de Irán y la de sus aliados en el Medio Oriente.
Si bien Estados Unidos e Irán han negado las negociaciones en curso para un acuerdo nuclear temporal, Jerusalén se niega a aceptar estos desmentidos. Se cree que dos países árabes, incluido Omán, están mediando entre Estados Unidos e Irán. Israel está profundamente preocupado por el posible resultado de estas negociaciones, incluso si tardan mucho en materializarse.
De acuerdo con altos funcionarios en Jerusalén, el asesor de Seguridad Nacional Tzachi Hanegbi y Ron Dermer, ministro de Asuntos Estratégicos, expresaron su preocupación por la cuestión iraní tras su reciente reunión con Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de EE. UU., en Washington.
Fuentes israelíes afirman que las negociaciones secretas entre Estados Unidos e Irán para un nuevo acuerdo nuclear se basan en el principio de “menos por menos”. Esto significa llegar a un acuerdo temporal solo sobre temas específicos en los que ambas partes puedan estar de acuerdo. En este caso, la atención se centra en que Irán detenga el enriquecimiento de uranio a cambio de liberar sus fondos congelados en Occidente, que ascienden a varios cientos de miles de millones de dólares.
El primer ministro Netanyahu también abordó este tema durante una conversación telefónica con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Tony Blinken, quien acababa de concluir una visita a Arabia Saudita. Netanyahu transmitió la oposición de Israel a cualquier acuerdo de Estados Unidos con Irán y enfatizó que dicho acuerdo no será vinculante para Israel.
Jerusalén teme que la Administración Biden pueda condicionar la promoción de la normalización entre Israel y Arabia Saudita a la aceptación por parte de Israel de un nuevo acuerdo nuclear entre las superpotencias e Irán.
La semana pasada, el secretario de Estado Blinken se reunió con el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman en Riad, donde discutieron varios asuntos, incluida la posible normalización entre Arabia Saudita e Israel.
Los funcionarios sauditas han indicado que existen obstáculos significativos para avanzar en el tema. Los estadounidenses dudan en cumplir con las condiciones de Arabia Saudita, que incluyen el suministro de una instalación de enriquecimiento de uranio, el suministro de aviones F-35 y el otorgamiento a Arabia Saudita de las mismas garantías que tiene un estado miembro de la OTAN a cambio de un acuerdo de normalización con Israel.
La cuestión palestina también plantea obstáculos significativos. Durante la visita de Blinken a Arabia Saudita, el ministro de Exteriores de Arabia Saudita, Faisal bin Farhan, dijo: “Creemos que la normalización con Israel beneficiará a todos, pero sin paz para el pueblo palestino y el establecimiento de un Estado palestino independiente, los beneficios de la normalización con Israel serán limitados.»
Altos funcionarios en Jerusalén están preocupados por la incapacidad de Israel para influir en la Administración Biden y el Congreso con respecto a la amenaza nuclear iraní. Con el Partido Demócrata en control de la Casa Blanca y el Senado, que ha criticado las políticas del Gobierno israelí, especialmente sobre la cuestión palestina, Israel tendrá dificultades para reunir oposición en el Congreso contra un nuevo acuerdo nuclear con Irán.
Además, es poco probable que países europeos como Alemania, Francia y Gran Bretaña se opongan a dicho acuerdo.
Un nuevo acuerdo nuclear provisional entre Irán y las potencias mundiales plantea varios peligros para Israel:
A. A. Se espera que el acuerdo levante las sanciones de Occidente contra Irán.
B. Si bien el acuerdo puede detener temporalmente el enriquecimiento de uranio, Irán ya está a punto de convertirse en una nación con capacidad nuclear.
Durante este período, es probable que Irán continúe con su desarrollo de tecnología de armas nucleares y programas de misiles balísticos.
C. También puede completar el proceso de enterrar sus instalaciones nucleares a gran profundidad para protegerlas de posibles ataques aéreos.
D. El acuerdo proporcionará inmediatamente 20 mil millones de dólares a Irán, seguido de varios cientos de miles de millones de dólares. Con esta afluencia de fondos, Irán podría fortalecer sus capacidades militares y las de sus apoderados [proxies] en el Medio Oriente.
E. Sería un desafío para Israel atacar las instalaciones nucleares de Irán mientras Teherán participa en un nuevo acuerdo nuclear internacional con las potencias mundiales.
Sin embargo, algunos altos funcionarios del establishment de seguridad israelí creen que un nuevo acuerdo nuclear temporal entre Irán y las principales potencias podría ser el menor de los dos males en comparación con la situación actual, en la que Irán continúa persiguiendo sus ambiciones nucleares sin control.
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Notas
1. A Perilous Equation: Khamenei’s Nuclear Ambition and Washington’s Inaction (fdd.org)↩︎
2. https://www.middleeasteye.net/news/iran-us-nuclear-near-interim-deal-enrichment-oil-exportsy↩︎
Fuente Aurora