A la versión sobre una reunión entre Cristina Kirchner y Sergio Massa en el Senado de la Nación el ministro de Economía le respondió con la foto de un tuit de Oscar Parrilli: “Buena reunión con Sergio Massa en mi despacho del Senado para hablar sobre el Río Limay y la importancia de convocar a representantes de Neuquén y Río Negro para que formen parte de la discusión del proyecto”.
Nadie quiso admitir que haya habido un encuentro con la Vicepresidenta en medio de las negociaciones maratónicas por el cierre de la alianza oficialista para las elecciones 2023.
Es cierto que en la región del Comahue hay malestar con la secretaría de Energía, a cargo de Flavia Royón, que dispuso que la empresa ENARSA asuma el control de cinco centrales hidroeléctricas tras el fin de su concesión. Parrilli, portavoz de ese enojo, reclama la participación de las provincias en la administración y en la definición del esquema futuro.
Lo habían pedido los gobernadores salientes de ambas provincias, Omar Gutiérrez (MPN) y Arabela Carreras (Juntos Somos Río Negro), y los ganadores de la elección de abril, Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck.
La versión oficial, coincidente en el despacho del senador más kirchnerista y en el quinto piso de Economía, indica que conversaron 40 minutos sobre el tema. ¿Cristina Kirchner le pidió al ministro que hable con Parrilli? ¿Massa pasó por el Senado sin cruzarse con la Vicepresidenta justo en medio de las intensas negociaciones que los tienen como protagonistas? ¿Por qué no fue el senador a Economía y en cambio el ministro, muy atareado con la gestión, se acercó al Palacio Legislativo?
En los pasillos del Congreso aseguran que además de Massa, estuvieron Máximo Kirchner y Eduardo ‘Wado’ de Pedro en otra cumbre de alto voltaje político.
Daniel Scioli consolida aliados
A la misma hora en la calle San Martín el precandidato Daniel Scioli hablaba vía celular con algunos gobernadores y mantenía reuniones en estricta reserva. Con un jefe provincial también estuvo más de media hora al teléfono. Y recibió nuevas adhesiones -que podrían plasmarse en precandidaturas en sus distritos- como la del diputado entrerriano Marcelo Casaretto y el presidente del Consejo de Administración de la Entidad Binacional Yacyretá, Gustavo Canteros.
En su nombre Alberto Pérez y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, oficiaban de interlocutores con kirchneristas y massistas.
En el recinto de Diputados -donde el jefe de gabinete Agustín Rossi daba su informe mensual- el apoderado del Frente Renovador, Eduardo Cergnul que es además Secretario Parlamentario, espiaba su celular a la espera de indicaciones. Es uno de los que firma la conformación del nuevo frente electoral.
Massa cruzó pasadas las 17 del Senado a Diputados para encontrarse con la titular del cuerpo, Cecilia Moreau, autora de la apocalíptica amenaza sobre una posible renuncia si no había unidad y acuerdo en el oficialismo. Conversaron cinco minutos lejos de testigos indiscretos.
Más tarde Massa hizo difundir una fotografía de una reunión de gestión junto al ministro de Turismo, Matías Lammens. Celebraron el ingreso de 3.150.000 turistas en lo que va del año y el cálculo de u$s 2300 millones gastados por ellos.
Firma con fe ciega en hoja en blanco
La conformación en sí de la alianza no implica una negociación dramática. Todos quieren repetir y no se rompe el frente. El tironeo es por la integración de la Junta Electoral y por el reglamento.
Como ya contó El Cronista, el kirchnerismo y el massismo apuntan a poner un piso de 40% de votos en la primaria, lo que implica casi duplicar el mínimo requerido en anteriores elecciones. Se busca desalentar la presentación de múltiples candidaturas y condicionar a Daniel Scioli.
“Si hay PASO -mejor sería lista única- al menos que no se presente cualquiera, que no haya más de dos listas” reflexionaba anoche un importante dirigente. Otro desafiaba al sciolismo: “Por qué reclaman la legalidad de una condición semejante cuando dicen que ganan no sólo la Primaria sino la elección general?
En ese marco en La Plata comenzó la firma de la constitución de la alianza provincial en la sede del PJ de la calle 54. Como el gobernador Axel Kicillof -que se mudó a la residencia platense- el presidente del partido, Máximo Kirchner, revalorizó ese lugar aunque todavía le cuestionan la falta de pergaminos y antigüedad en el justicialismo bonaerense.
En la ciudad de las diagonales deben firmarse dos actas, la primera para diputados y senadores nacionales y la segunda para los cargos de gobernador hacia abajo. Ayer los apoderados de los partidos que integran el Frente de Todos ponían su rúbrica con fe ciega al pie de una hoja en blanco. Están esperando que Cristina Kirchner confirme el nombre de la nueva alianza. Y la reglamentación. La firma nacional tendrá lugar este miércoles en Capital en las oficinas de Matheu.
Los convocados, además de los socios mayoritarios, el PJ y el Frente Renovador, son Kolina, el Peronismo para la Victoria, el Frente Grande, Forja y PARTE, el sello de Carlos Ferreño, legislador porteño y amigo de Alberto Fernández que ahora juega con Scioli.
Kirchneristas y renovadores discutían también los nombres que siguen siendo cuatro para ocupar los principales cargos: Axel Kicillof, Eduardo Wado de Pedro, Máximo Kirchner y Sergio Massa. El clima cambia hora tras hora. Anoche había fuertes presiones sobre el gobernador para que asuma la candidatura a Presidente. En ese caso Máximo Kirchner o De Pedro podrían reemplazarlo en Provincia.
Fuente El Cronista