Por primera vez Máximo Kirchner encabezará una lista como precandidato a diputado nacional. Sin Cristina Kirchner en la cancha los intendentes pedían la presencia del apellido pero también reclamaban lista de unidad. Salvo los que tendrán PASO, una manera de aliviar tensiones internas, el resto tuvo manos libres para cerrar sus listas.
El diputado Kirchner, y presidente del PJ, pagará el costo de haber cedido la fórmula nacional, lugares en esa misma lista que encabeza y hasta la fórmula completa para la gobernación. No logró imponer ni todos sus deseos ni los de Martín Insaurralde que va como primer candidato a concejal.
Axel Kicillof ganó. Y ratificó su triunfo en el mismo acto en el que firmó su precandidatura para ir por la reelección como gobernador en una fórmula junto a Verónica Magario, la matancera. Aunque nunca rosqueó con los intendentes, su peso en las encuestas le jugó a favor.
Si el gobernador cae derrotado y si se pierde la elección nacional pagará con su futuro político la tozudez de ir por la Provincia y negarse a pelear la elección presidencial. Pero si gana, será el mayor sobreviviente del cristinismo que no es lo mismo que representar a todo el kirchnerismo.
No es de La Cámpora. Su jefa es Cristina Kirchner y con Máximo Kirchner siempre hay tensión. Su mayor virtud -o error- acaba de ser la decisión de mantener la misma fórmula con la que ganó en 2019, la alianza que consolidó con La Matanza, a través de Magario y Fernando Espinoza.
En el camino dejó a Martín Insaurralde que siempre quiso su lugar. La tardanza en anunciar la fórmula se atribuyó a la presión albertista por secundarlo con Victoria Tolosa Paz o por la camporista Daniela Vilar, ministra bonarense, esposa de Federico Otermín y cercana a Máximo Kirchner y a Insaurralde.
En las listas el kirchnerismo tuvo que ceder. Ya no tiene la exclusividad de la lapicera que empieza a compartir con el massismo. En segundo lugar quedó Tolosa Paz, que se dice K pero jugó con el albertismo, y en el cuarto, Santiago Cafiero a quien lograron correr de la Jefatura de Gabinete. También firmaron como precandidatos a diputados una favorita de Máximo y Cristina, la titular del PAMI Luana Volnovich y un paladar negro y embanderado contra el poder judicial como Rodolfo Tailhade. Cecilia Moreau es una prenda de unidad, presidenta de la Cámara de Diputados por su confianza con Sergio Massa y su excelente vínculo con Máximo Kirchner.
Eduardo “Wado” de Pedro, que había asumido la patriada de embarcarse por la elección presidencial, será el precandidato a senador nacional de Buenos Aires. Dará la misma batalla que dio Cristina Kirchner en 2017 aunque ahora con un frente unido y con la desventaja de tener que defender su proyecto como integrante de un oficialismo deslucido. Lo acompañará Juliana Di Tullio, suplente de CFK.
De Pedro no estará solo en el Senado porque Cristina Kirchner buscó leales en otros distritos. En Santa Cruz hay tres lemas para la gobernación, dos listas para diputados pero una sola para el Senado integrada por Alicia Kirchner y el presidente de YPF, Pablo González de indubitable ADN K.
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Fuente El Cronista