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El sector médico de Israel y Jordania demuestra que las diferencias diplomáticas no obstaculizan el avance humano. Un testimonio de esto es la operación de una niña de siete años en Haifa, que le permitirá llevar una vida normal.
El Campus de Atención Sanitaria Rambam en Haifa fue el escenario donde un grupo de cirujanos logró realizar una operación compleja, pero exitosa, a una niña jordana de siete años. La menor, nacida con una severa deformidad congénita que se volvía progresivamente más dolorosa, puede ahora caminar y disfrutar de una vida normal.
Identificada por su nombre ficticio, Amal, nació con una cadera dislocada, lo que con el tiempo la dejó coja y con una pierna más corta que la otra. A pesar de someterse a múltiples operaciones, los dolores constantes continuaban interfiriendo en su vida cotidiana.
La determinación de su madre para encontrar una solución fue incansable, buscando algo o alguien que pudiera mejorar la calidad de vida de su hija. Fue así como llegó a Mark Eidelman, director de la unidad de ortopedia pediátrica del Hospital Infantil Ruth Rappaport del Rambam.
Hace un año, Eidelman recibió una llamada de un colega de Estados Unidos quien le propuso el caso de Amal. Considerando los elevados costos de la operación en territorio estadounidense, este colega propuso a Israel como una alternativa viable para realizar la intervención.
Eidelman, sin preocuparse por la complejidad del caso, aceptó el desafío. La planificación de la llegada de Amal a Israel y su operación en Rambam tomó varios meses, culminando con una exitosa intervención de alargamiento del fémur llevada a cabo por Eidelman y su equipo multidisciplinario.
“La operación de Amal fue un desafío, pero tuvimos éxito y terminó bien”, señaló Eidelman. Posterior a la intervención, Amal presentó una mejoría inmediata. Ahora puede caminar, experimenta menos dolor y puede disfrutar de su vida.
La familia de Amal ya ha regresado a Jordania. La niña volverá a Israel dentro de seis semanas para una revisión en el Rambam. “Soy muy optimista”, expresó Eidelman.
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La unidad de Eidelman en el Rambam es el único centro en el norte de Israel especializado en el tratamiento de trastornos del sistema musculoesquelético en niños. Su hospital se especializa en traumatismos esqueléticos, deformidades, alargamiento de extremidades, pie zambo y la detección temprana y tratamiento de caderas dislocadas congénitas.
Esta historia se convierte en un símbolo de la humanidad que trasciende las fronteras, resaltando la importancia de las conexiones humanas y la cooperación médica por encima de las diferencias políticas.
Fuente Vis a Vis
