
Marcos Calvente es hoy el responsable de la obra pública de Guaymallén. A la sazón, es quien pretende suceder a Marcelino Iglesias en la misma comuna.
Es un personaje cuestionado. Muy. Y sospechado por la anarquía que vive la construcción en el terruño manejado por Marcelino Iglesias. Diario Mendoza Today reveló varios desaguisados en tal sentido, que no carecen de sospechas por coimas y sobreprecios.
En ese contexto, en las últimas horas, Calvente intentó blanquear su imagen a través de una entrevista hecha por el colega Jorge Fernández Rojas en Floyd TV. Dejó interesantes definiciones, suspicaces algunas.
Por caso, recordó que cuando asumieron en Guaymallén “había latente una gran falta de inversión de décadas de la renovación de infraestructura con las redes de agua y cloacas en un alto porcentaje, ya que toda obra de ingeniería civil tiene una vida útil”.
Acto seguido, se atajó: “Cuando hay que arreglar una calle o mejorar una plaza, tenemos que ver las redes agua y cloacas que siempre están mal. Cuando se excava hay que sacar un caño y poner otro, y después conectar a los vecinos, y eso es molesto, pero necesario”.
Incluso, sin que nadie le preguntara, explicó que a veces hay que conseguir fondos a veces municipales y otras a través de financiamiento. “El 60 por ciento de las obras pasan desapercibidas porque están enterradas como las redes de agua y cloacas, y otras son más visibles como iluminación, veredas y calles”.
Para no quedar solo en medio de los cuestionamientos, Calvente sostuvo que tuvo un gran maestro que “fue Marcelino y desde el inicio de la gestión la obra pública se diseñó en equipo y es la gran enseñanza que me dejó él”.
Luego reconoció que hay mucho que no se hizo: “Guaymallén creció muy desordenadamente y tenemos falta de conectividad vial, entonces falta apertura de calles, y hay que darle jerarquía a algunas arterias de gran tránsito”.
Finalmente, admitió que hay conflicto de intereses entre lo público y el interés personal de los vecinos, “pero es imposible no hacer una obra”. E hizo referencia al barrio Santa Ana y pidió comprensión al señalar que “son 8 meses a cambio de 50 años de tranquilidad”.
Como dicen los abogados, “a confesión de parte, relevo de pruebas”.
Fuente Mendoza Today