El adelanto electoral ha trastocado los planes del descanso estival de muchos españoles y obliga a los hoteles a prever un imprevisto de repercusión todavía incierta. «No parece que el presidente del Gobierno haya tenido en cuenta determinadas derivadas de la vida de las personas, hay gente que tiene las vacaciones planificadas con mucho tiempo de antelación y un calendario que cumplir», ha señalado la secretaria general de la agrupación de hoteles Hosbec de Benidorm y la Comunidad Valenciana, Nuria Montes.
Y los más afectados, a priori, serán quienes deban formar parte de una mesa electoral. De hecho, muchos veraneantes ya han empezado a consultar a estos establecimientos sobre esa hipótesis, aunque no deben temer por su alojamiento. «Los hoteles ofrecerán devolver el importe o cambiar las fechas, lo tenemos claro», se comprometen.
La organización de consumidores Facua ha hecho una consulta a la Junta Electoral Central para saber si en ese supuesto de que a un persona le toque la obligación de formar parte de estas mesas en la jornada electoral, se considera causa de fuerza mayor para quedar eximido de acudir ese día, pero en cualquier caso, el sector garantizará el reembolso o nueva fecha de alojamiento «de mutuo acuerdo» con sus clientes que hayan contratado su estancia.
Hosbec espera esa respuesta de aplicación para toda España, pero rechaza estas fechas inéditas para las elecciones porque afectan «no sólo a esas personas que ya han reservado, también a sus familias en sus viajes, qué pasa con las policías y otras profesiones, todas sus vacaciones de verano deben estar programadas con antelación y ahora tienen que estar de guardia ese día». Por lo tanto, hubieran preferido otras fechas, al volver el curso escolar, por ejemplo.
Precios más altos si se reserva a última hora
Quienes hayan pensado esperar para reservar más adelante, el riesgo está claro: pagarán seguramente más caro. En comparación con el año pasado, para esta temporada alta de verano hay más reservas ya contratadas, un 70% más o menos, a falta de datos confirmados. Al quedar menos plazas libres, suben de precio, por lo que desde Hosbec confían en que la mayoría de turistas «van a compaginar las vacaciones con ejercer del derecho al voto, y también pueden recurrir al voto por correo», de forma que habrá quienes acudirán a las urnas y después saldrán de viaje y otros regresarán de vuelta a casa unas horas antes para hacerlo.
En definitiva, «no será una cosa sencilla, porque los colegios están cerrados en julio, habrá que volver a limpiarlos, no hay aire acondicionado y un 23 de julio, a 40 grados en Albacete, por ejemplo, a ver quién lo soporta; es una decisión que se ha tomado en la comodidad de un despacho», según los hoteleros.
A diferencia de Benidorm, donde el 60% de mercado es internacional, en otros destinos tendrá un poco más de incidencia, como en Castellón, donde el 80% es nacional, aunque también es de proximidad y al igual que en la Costa Blanca alicantina y el resto de la Comunidad Valenciana, con una mayoría de turistas que llegan en coche. En cambio, el impacto se dejará de notar en las islas y donde los visitantes llegan en avión.
El pronóstico de Montes apunta a que en Benidorm ese fin de semana de julio superarán el 90% de ocupación media, cuando se recomponga la normalidad.
Fuente ABC