LA HABANA, Cuba.- A finales de los ochenta, cuando la hegemonía del thrash metal prácticamente dominaba la escena del rock, apareció uno de los álbumes que dio un vuelco a la industria de la música con una propuesta ecléctica desde el punto de vista sonoro que mezclaba elementos del hard rock y el heavy metal con arreglos musicales de una limpieza impresionante y letras cargadas de sexo, drogas y la urgencia de vivir como si no hubiera mañana.
Corría agosto de 1987 y “Mr. Brownstone”, primer sencillo del disco Appetite for Destruction, de la banda Guns N’ Roses, arrasaba en las listas de éxitos de los Estados Unidos. Fue un debut arrollador, la opera prima más vendida de la historia, con 38 millones de copias en todo el mundo.
A partir de entonces el éxito de los Guns N’ Roses fue vertiginoso. Appetite for Destruction trajo temas que han sido incluidos en varias bandas sonoras y otros que, tres décadas después, se siguen disfrutando como el primer día. “Sweet Child O´ Mine”, “Welcome to the Jungle”, “Paradise City” o “Nightrain” despiertan al rockero que se lleva dentro en cualquier circunstancia.
Uno de los grandes méritos de Appetite for Destruction fue proponer una alternativa a la excesiva intelectualización que entonces pesaba sobre el rock, devolviéndole su desenfado, frescura y libertad. La explosiva energía de sus integrantes, la amalgama de influencias en las cuales sobresalía la impronta de los Rolling Stones y el desenfreno del punk, sumadas a una imagen muy sexy, con algo de hippie y mucho de glam-metalero, hicieron de Guns N´ Roses una banda de estilo único entre las variantes más oscuras del metal que se iban abriendo paso, y las primeras brisas del grunge.
Resistente a las etiquetas, la legendaria agrupación liderada por el vocalista Axl Rose y el guitarrista Slash, no solo se permitió tocar la música que quiso y como quiso; sino introducir en un álbum que glorificaba el vicio en su estado más puro, una canción tan tierna como “Sweet Child O´ Mine”. Con semejante debut los chicos malos demostraron que iban en serio, que podían hacer de todo dentro del rock y sin complicarse demasiado. En Guns N´ Roses, lo mismo riffs que solos de guitarra, siempre conducen a alguna parte.
Fuente Cubanet.org