
Los rumores no son nuevos, arrancaron el viernes pasado. Ni siquiera fueron aislados, sino que se multiplicaron por cientos y cientos, a través de Whatsapp y las redes sociales.
Frente a esa situación, la política decidió negar lo sucedido, subestimando a los agoreros de los saqueos. Creyendo que no pasaría a mayores.
Entretanto, los grupos se fueron engrosando por minuto, y se crearon otros nuevos. Durante más de 24 horas.
Llegado el sábado, se dio el infierno tan temido. En la zona más conflictiva de Las Heras. Con desmanes que culminaron en el enfrentamiento entre policías y saqueadores de manual.
Así y todo, la política persistió en su silencio, a nivel provincial y a nivel nacional. Las redes sociales se preguntaban: ¿Dónde está el gobernador Suarez? ¿Alguien vio a Alberto y Cristina?
El vacío de poder, sumado a la falta de coordinación de las fuerzas de seguridad, oficiaron como caldo de cultivo para que la situación se reiterara, no solo en Las Heras, sino también en otros departamentos, como Guaymallén y Tunuyán. El domingo fue tan o más aciago que el sábado.
El lunes volvió a suceder lo propio, esta vez en Luján de Cuyo. Y el martes los rumores se propagaron aún más, obligando a comerciantes de toda la provincia a cerrar las persianas por temor a que los saqueen.
Recién ahí apareció el gobernador Rodolfo Suarez con un mensaje cuyo lenguaje no verbal denotó severa debilidad. Antes que él, habló el ministro de Seguridad Raúl Levrino, quien habló con algo más de contundencia. Aunque tarde.
A la hora de escribir esta nota, Alberto Fernández y Cristina Kirchner aún no han dado la cara, profundizando el vacío de poder que conspira contra la tranquilidad social.
Por su parte, el ministro de Seguridad Aníbal Fernández adelantó que se motorizará un operativo conjunto entre Nación y las provincias para tratar de frenar la oleada delictiva.
Antes, la portavoz del gobierno, Gabriela Cerruti, no solo negó los saqueos sino que se los achacó a La Libertad Avanza de Javier Milei. Un total disparate.
Más aún cuando han sido referentes alineados al kirchnerismo los que vienen insuflando con salir a saquear. Uno de ellos, el siempre inflamable Juan Grabois, quien dijo textual hace poco más de un año: “Prefiero hablar ahora y no lamentarme cuando empiecen los saqueos”.
¿Quién se hace cargo ahora de tanto desacierto junto? ¿A quién deben reclamarle los que sufrieron desmanes en los últimos días?
La política suele llegar tarde y mal a los problemas ciudadanos, es cierto, pero en este caso es aún peor: porque ellos mismos son los que los permitieron.
Fuente Mendoza Today