Sonido de libertad ya llegó a los cines del país. Se trata de una de las películas más controversiales de los últimos tiempos y con justa razón, ya que el film habla sobre la trata de niños y la pedofilia. Si bien las críticas no fueron muy positivas, el marketing la convirtió en un éxito más allá de haber contando con una producción “humilde” de tan sólo 15 millones de dólares de presupuesto y la negativa de muchas distribuidoras para hacerla visible en las cadenas de cines más populares del mundo. Lo cierto es que la película fue financiada independientemente y adquirida por 20th Century Fox en 2018, pero todo esto cambió cuando Disney compró el estudio en 2019.
Resulta que la compañía del famoso ratón guardó el proyecto bajo caja fuerte a pesar de los reclamos, las suplicas y la gran lucha que se originó detrás de este crudo film para que pueda llegar a las salas de cine. Pero aquella odisea tuvo una suerte de final feliz debido a que los productores lograron “liberarla” y distribuirla por su cuenta. Así fue como en julio de este año se estrenó en Estados Unidos con un crecimiento abrumador en las redes,
Alejandro Monteverde, director de Sonido de libertad, habló con BigBang y dejó muy en claro su posición con respecto a la redes sociales y su proyecto: “Muchos en las redes sociales empezaron a balancear una narrativa que fue tan destructiva al principio y yo creo que eso pues comenzó un diálogo, un diálogo social que esa era mi meta en la película, como autor, como escritor y director de la película”.
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Alejandro es escritor y director de la película, y se inspiró en la historia real de Tim Ballard -interpretado por Jim Caviezel (protagonista de La pasión de cristo)- que en la película se dedica de forma privada a combatir la trata de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo. En el marco del estreno del film en Latinoamérica, el director habló con este sitio dejando su punto de vista con respecto a la trata de niños que aún sigue vigente. ” Yo quería crear un vehículo de esperanza, una película que cuando termines de verla, te deje un estado de reflexión y que te inspire a crear un diálogo y el crear conciencia es lo que nos puede llevar a crear cambios”, sostuvo.
La película fue creciendo y se convirtió en un suceso del cine independiente de Estados Unidos, pero se vio envuelta en teorías conspirativas tanto desde el lado político, como también desde el lado religioso, generando gran rechazo por parte de la industria. Fue Mel Gibson una de las voces que se alzó a favor de esta película y la recomendó con mucho fervor. “El tráfico de personas es uno de los problemas más perturbadores que hay hoy en el mundo, en especial el tráfico de niños. El primer paso para enfrentarlo es tomar conciencia de ello. Vayan a ver Sonido de Libertad”, dijo el afamado actor.
Con respecto a las teorías conspirativas, el director aclaró: “Ya llegó un momento que muchas de esas etiquetas eran tan ridículas que ya al principio si molestaban y más que molestar, sí me ponían triste”. Incluso, Monteverde decidió apoyarse en el público y afirmó: “La audiencia salió a desmentir, la audiencia salió a hablar y la audiencia fue la que llevó esta película a esa taquilla porque comenzó de boca en boca a decir: ´Eso no es verdad´”.
¿Cómo llevas las teorías conspirativas de los medios?
– Ya llegó un momento que muchas de esas etiquetas eran tan ridículas que ya al principio pues si molestaban y más que molestar, sí me ponían triste, porque decía: “Oye, qué necesidad”, ¿no? Pero después me doy cuenta que la audiencia salió a desmentir, la audiencia salió a hablar y la audiencia fue la que llevó esta película a esa taquilla porque comenzó de boca en boca a decir: “Eso no es verdad, esa etiqueta no es verdad”.
Entonces muchos en las redes sociales empezaron a balancear esa narrativa que fue tan destructiva al principio y yo creo que eso pues comenzó un diálogo, un diálogo social que esa era mi meta en la película, como autor, como escritor y director de la película, yo quería hacer una película que comenzará un diálogo, sobre esta temática yo no soy experto, pero está pasando el tráfico, la trata existe y si existe como sociedad debemos tener un diálogo a nivel internacional.
Este no es un problema de un país, es un problema mundial, entonces fue un fenómeno en todos los aspectos, pero también me entristeció mucho el ver esas tendencias de muchos medios, no quiero generalizar, las tendencias de muchos medios al querer realmente etiquetar la película.
¿Cómo fue meterse en el conflicto de trata de niños el cual es bastante delicado?
– Para mí eso fue el reto más grande, cómo explorar esa temática de una forma que la audiencia pueda digerir la película, pero no, mi interés iba más allá, cómo lograr que la audiencia disfrute la película, cómo de cierta forma poder capturar de una forma poética esta oscuridad, cómo por medio de la cinematografía y del lenguaje narrativo crear una travesía, una odisea que explore estos temas, pero de una forma, yo quería crear un vehículo de esperanza, una película que cuando termines de ver la película te deje un estado de reflexión y que te inspire a crear un diálogo, yo creo que el diálogo y el crear conciencia es lo que nos puede llevar a crear cambios.
¿Cómo se siente como director que te cierren puertas por querer mostrar una realidad donde hay mucha gente implicada?
– Definitivamente la película fue el “underdog”, esto es una historia también, ya en el futuro vamos a voltear en retrospectiva y ver cómo fuimos el “underdog”, fuimos la película que nadie creyó en ella, una película olvidada, una película que estaba llena de polvo, la terminé de rodar en 2018, la película ya estaba terminada en 2019 y apenas salen a mediados de 2023.
Entonces yo pensé que la película nunca nadie la iba a ver y el estar aquí quiere decir que fue un fenómeno en taquilla, fue un fenómeno y eso es lo que nos abrió las puertas, estar aquí entonces es de cierta forma el estar aquí sentado platicado contigo es surreal, con esta película que pues de cierta forma fue huérfana y de la nada llegó como dicen el caballo negro de atrás, se coló y rompió.
Lo que más me gusta, lo que más me emociona es que haya roto todas esas etiquetas que no son justas, es injusto, es un bullying, es un ataque de corporaciones que tienen todo el poder contra un director, un autor que está ahí tratando de hacer una película es muy difícil.
Estás ahí y llevan estos gigantes corporativos, todos la fuerza que tienen, con toda la fuerza que tienen con el micrófono, llegan y te quieren pisotear y gracias a la audiencia que vino al rescate, pero no todos los medios, hubo medios que nos ayudaron también a desmentir y eso para ellos estoy muy agradecido, muchos medios que también llegaron a defender: “oye ya basta” y a ver que me dejaron un poquito el micrófono y pude dar mi punto de vista, estoy muy agradecido; entonces sí quiero dejar muy claro que no fueron todos los medios, fue ahí una balanza, una batalla y al final de cuentas pues la audiencia son los que tienen la última palabra, al final de cuentas.
¿Por qué la gente tiene que ir a ver la película?
– Yo invito a todos que vengan a ver la película, no se van a arrepentir, les garantizo que va a ser una odisea cinemática y que los va a hacer cuestionar muchas cosas, es una película que también la van a disfrutar, aunque sea una temática fuerte, van a salir inspirados.
Fuente Big Bang News