MIAMI, Estados Unidos. – La Seguridad del Estado del régimen cubano reprimió este jueves a integrantes de la Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC) durante una reunión del grupo independiente en el habanero Cine 23 y 12 y durante un posterior homenaje al documentalista Nicolás Guillen Landrián en la Necrópolis de Colón.
Una denuncia publicada en la página de Facebook del colectivo indica que el régimen cortó el acceso a internet en el lugar de reunión para evitar su difusión y luego intentó impedirles a los participantes depositar una ofrenda floral en la tumba del cineasta Nicolás Guillén Landrián.
“Súbitamente bloquearon la conexión a internet para todos los participantes dentro del cine, dejando a los que ya estaban comunicados desde las provincias y otros países, ciegos y sordos. Ni video, ni sonido. Toda la mañana estuvimos ‘confrontando problemas’”, indica el comunicado.
En ese sentido, la ACC criticó la obsesión del régimen por controlar lo que se graba y publica. A las autoridades les molestan las cámaras, sostiene el colectivo independiente, así como los testimonios, las grabaciones, los medios y las redes sociales.
“Denunciamos y rechazamos esos procedimientos porque siempre, desde que comenzamos con nuestras reuniones hemos intentado establecer un diálogo respetuoso y participativo con todos los que lo han solicitado”, resaltó la Asamblea.
Además, la publicación menciona que a la reunión asistieron como oyentes un grupo de estudiantes de la Facultad de Cine perteneciente al Instituto Superior de Arte (ISA).
De acuerdo con la ACC, desde el ISA el secretario general de la Unión de Jóvenes Comunistas intimidaba a los jóvenes para que no intervinieran en el debate, a pesar de que era su primer acercamiento a la Asamblea.
Con relación al homenaje en el Cementerio de Colón, el comunicado da cuenta de cómo un grupo de 20 personas fueron hostigadas en su camino a la necrópolis por agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civil que los grababan y les tomaban fotos.
En la entrada del cementerio el colectivo discutió con el intendente del municipio Plaza y con la coordinadora de Objetivos y Programas del Gobierno en la capital, quienes intentaron impedirles llegar a la tumba de Guillén Landrián alegando que era privada y por ello inaccesible.
Más allá de los incidentes, la publicación asegura que el grupo logró depositar las flores en el sepulcro del cineasta y permanecer allí por algunos minutos.
“Una y otra vez, las reuniones de un grupo de cineastas son vistas con sospechas y deben ser silenciadas y si es posible anuladas. Las autoridades quieren solucionar los problemas del cine, pero llaman a los mismos funcionarios que han hecho todo lo posible por destruirle”, destacó la ACC.
El pasado mes de junio, tras la transmisión no autorizada del documental La Habana de Fito, del realizador Juan Vilar, en la televisión estatal, decenas de artistas e intelectuales cubanos fundaron la Asamblea de Cineastas, cuyo primer gesto fue protestar por la censura y la violación de los derechos de autor en Cuba.
Fuente Cubanet.org