Por Carlos M. Reymundo Roberts
“¡Quién da más!”, lanzan su grito de guerra los rematadores, buscando una oferta superadora. Quién da más, se pregunta la gente frente a una subasta de extravagancias que ha puesto al país al borde de un ataque de risa. Asistimos a un aquelarre, que por algo rima con despilfarre. Yo doy más, anuncia Massita, el gran benefactor: se propone para solucionar como presidente el desbarajuste que está armando como ministro. No es el único animador del circo. Pato Bullrich muestra la maqueta de un penal de máxima seguridad y cuenta que se llamará “Cristina Fernández de Kirchner”, homenaje que no le hace justicia a la memoria de Néstor Carlos Kirchner. Chucky Milei le dice que sí a una entrevista con CNN, 24 horas antes le dice que mejor no, y su equipo explica que el candidato se ha llamado a silencio. Se barajan tres teorías para justificar tan súbito abandono del mercado de las palabras: la sospecha de que CNN es el brazo armado de la Internacional Socialista; que ya no quiere ponerse a tiro de preguntas de mala espina, tipo “¿por qué usted nunca critica a Massa?”, y la versión más inquietante: bloqueó la agenda porque uno de sus perros no está pudiendo dormir bien.
Aquelarre, sí, que por algo rima con desmadre. Han empezado a filtrarse las declaraciones en sede policial que formuló Chocolate Rigau las pocas horas en que estuvo detenido. Preguntado sobre el motivo por el cual estaba retirando de un cajero 48 sueldos de empleados de la Legislatura bonaerense, contestó: “Todo el mundo sabe que en este país con un solo sueldo no vivís”. ¿Forma parte usted de un esquema de corrupción que involucra a muchos partidos? “Vean, yo robo para la corona, y la corona después distribuye”. ¿Podría ser más explícito? “¿Más explícito? ¡Me acaban de agarrar con las manos en la Massa!”
¿Quién da más? Cristina: después de que la Corte jubilara a la jueza Ana María Figueroa, por haber cumplido 75 años, consiguió que el Senado le aprobara el pliego; el pliego de jueza. Más que un conflicto de poderes, es un conflicto de identidad: Ana María, conocida por firmar fallos que redactan los abogados de la vice, no sabe si tiene 75 años o un poco menos; no sabe si es jueza o apenas un pliego inútil, y, mi santa, tampoco sabe si podrá seguir comprando los remedios con el descuento del PAMI.
¿Quién da más? “¡Yo!”, alza su voz Silvina Batakis. La querida Griega, la peor ministra de Economía hasta que llegó Massita, logró reivindicarse como presidenta del Banco Nación: se ha convertido en la contratadora estrella, al llenar el banco de parientes y amigos. Incluso nombró gerente a su exmarido. Pero por Cecilia Boufflet, siempre con primicias mala onda, nos enteramos del hit de las incorporaciones: la numeróloga mediática Pitty Assad, para asesorar a la gerenta general. Le dicen Pitty porque es una pitonisa de los números; por ejemplo, te pregunta la edad, las últimas cifras del DNI y la dirección de tu casa, y con esos datos llega a conclusiones reveladoras: “Vos deberías caminar por la vereda de los impares”. Ningún número de Pitty es más sugerente que este: 1.800.000. Lo que le facturó al banco.
Hay otras manos levantadas en la subasta de excentricidades. Katopodis volvió a la carga con sus “paros activos”, a los que convoca a trabajadores del Ministerio de Obras Públicas; ministerio del que es ministro: sí, es raro que inste a sus empleados a no trabajar, pero se ve que el modo Alberto Fernández (N. de la R.: presidente de la Nación) ha echado raíces. En Córdoba, unos curas celebraron una nueva misa de desagravio por las barbaridades que dijo Milei sobre el Papa. El tema es que esos agravios fueron hace años, por lo cual el Papa puede sentirse agraviado por lo que tardaron los curas en desagraviarlo. A propósito: le atribuyen a un terapeuta de Chucky andar diciendo que se trata de una persona con trastorno explosivo intermitente (TEI). Googleé el TEI y la Clínica Mayo lo define como “episodios repentinos y repetidos de conductas impulsivas, agresivas y violentas, o arrebatos verbales en los que se reacciona con demasiada exageración”. ¿Mi opinión? Debería hacerse una misa para desagraviar a Milei.
Tiendo a pensar que es cierto lo de que existe una campaña contra él; una campaña impulsada por su propia gente. Circula un video en el que Ramiro Marra, candidato libertario a jefe del gobierno porteño, aconseja a los jóvenes: “No te independices de tus padres. Vivilos. Decidieron que vos vengas al mundo porque quizás estaban aburridos. Que paguen ese costo”. Emilio Ocampo, uno de sus principales referentes económicos, dice que San Martín “no fue el Padre de la Patria ni el Libertador de América”, que esos son mitos inventados por Mitre. Chucky, duro con ellos. Cantales las 40. Digo, cuando se mejore tu perro.
¿Quién da más? El Indec: la pobreza superó el 40%; 18,5 millones de personas. Habría que preguntarle a Pitty Assad qué vendrían a significar estos números.ß
Fuente La Nación