
En un año que al menos no era tan dramático en las carreteras de Castilla y León después de superar un verano con el menor número de fallecidos en una década, el terrible suceso ocurrido ayer en la provincia de Segovia tiñó de luto a la Comunidad con el fallecimiento de una madre, de 36 años de edad, y de sus tres hijos: dos bebés mellizos de un año y el hermano de cinco. Los cuatro perdieron la vida al producirse una colisión entre un tractocamión y el turismo en el que viajaban en el kilómetro 160 de la N-110, en el término municipal de Aldealengua de Pedraza (Segovia), en la salida del puerto de Navafría, en dirección Soria.
El siniestro, que se registró minutos después de las 13 horas, acabó con la vida de cuatro de los cinco miembros de una familia de origen marroquí instalada desde hace unos seis años en el municipio segoviano de Riaza, según confirmó a ABC su alcalde, Benjamín Cerezo Hernández.
La brutalidad del choque, cuyas causas investiga la Guardia Civil aunque se baraja con que el turismo invadió el carril contrario, fue tal que el vehículo en el que viajaban las víctimas quedó hecho un amasijo de hierros. De hecho, el personal de Sacyl que se trasladó al lugar, sólo pudo confirmar el fallecimiento de la mujer y de sus tres hijos, mientras que el conductor del vehículo pesado resultó ileso.
La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, ha explicado este martes que se está investigando para intentar averiguar di la invasión del carril contrario por parte del turismo se debió a «alguna indisposición» por parte de la conductora, para lo que será determinante la autopsia. Mientras, el subsector de Tráfico continúa con «las debidas investigaciones a nivel técnico».
La tragedia causó una profunda conmoción en Riaza, donde la familia estaba muy integrada según manifestó el alcalde, que ofreció el apoyo del Ayuntamiento para todo lo que puedan necesitar, incluido el traslado de los fallecidos al país de origen de los padres. Cerezo aclaró que no habrá luto oficial en el municipio por deseo expreso de la familia, de acuerdo con la confesión religiosa que profesan. El marido y padre de las víctimas, al conocer la noticia, tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios y recibir asistencia psicológica antes de trasladarse con otros familiares a Segovia, donde se iba a proceder a realizar la autopsia a los fallecidos. Trabajador en el matadero de Ayllón, se da además la circunstancia de que tiene un hermano en el mismo municipio cuya mujer, a su vez, es hermana de la fallecida.
Parece ser que la madre y los tres pequeños -el mayor, de cinco años, estaba escolarizado en la localidad- volvían del hospital de Segovia de un reconocimiento médico cuando tuvieron el fatal accidente.
El alcalde de Riaza explicó que la familia vive junto al ayuntamiento donde, precisamente, trabaja el hermano del padre. De hecho, destacó cómo en el municipio hay una importante comunidad marroquí -con la que suele colaborar el ayuntamiento en la organización de actividades- para la que la tragedia ha sido un duro golpe. El regidor reconoció que la carretera donde ocurrieron los hechos es «complicada» al ser de un solo carril por dirección y tener bastante tráfico. Se trata, además, de la conexión natural entre Segovia y Soria y más concretamente, la vía que utilizan los vecinos de Riaza (2.000 habitantes) para llegar a la capital segoviana. De hecho, la conversión en autovía de esta carretera es una vieja reivindicación de los habitantes de la zona.
No es el primer accidente mortal que se registra en este punto de la carretera. El pasado año se produjo un siniestro en el que falleció una mujer y un hombre resultó herido grave al chocar su turismo contra un camión que se detuvo por una avería. El ocurrido ayer en Segovia es el más grave de los registrados este 2023 en las carreteras de la Comunidad y también de los más trágicos de los últimos años. Para encontrar un siniestro con una cifra tan alta de fallecidos hay que remontarse a noviembre del pasado año, cuando cuatro personas, tres hombres y una mujer, fallecieron también en la N-110, dentro del término municipal de la localidad abulense de Villatoro, al colisionar tres turismos, informa Ical. En julio de 2019, cuatro jóvenes de Alba de Tormes (Salamanca), dos de ellos menores de edad, fallecieron en un accidente en la carretera SA-130, a las afueras de la localidad salmantina.
Fuente ABC