Halloween era, hasta hace aproximadamente una década, una fecha que hacia viajar la mente hacia Estados Unidos. Calabazas, niños disfrazados de zombis, entregas de caramelos casa por casa y, como no, un buen maratón de películas temáticas. Sin embargo, esta tradición, cada año que pasa, más se arraiga también en España.
Metro de Madrid no quiere quedarse atrás y convierte su estación fantasma, la de Chamberí, en una cueva llena de misterios bajo la tierra. Y echa mano de uno de sus personajes más oscuros, el espectro de el último viajero de esta parada, cerrada en 1966.
El plazo para solicitar la inscripción en esta actividad se abrió ayer; con ella, los madrileños y visitantes podrán participar en las visitas diarias guiadas y gratuitas que tendrán lugar desde el viernes al mismo 31 de octubre, día de Halloween. El espacio estará ambientado para la ocasión.
Cuando este misterioso personaje comienza a sospechar que su encierro en la estación no es casual, sino malintencionado, resucita antiguas leyendas que se irán desarrollando y viendo a lo largo del recorrido, desde la entrada hasta el andén.
Durante los más de 40 años que la estación de Chamberí permaneció clausurada (ahora solo lo está como museo con las instalaciones de esa época) han sido numerosas las historias y cuentos que hablaban, por ejemplo, de la presencia de fantasmas y personajes de terror en este espacio.
Todas estas anécdotas se recuperan este año para los aficionados a esta temática. Los interesados en participar en esta actividad, recomendada para mayores de 12 años, tendrán que inscribirse previamente en la web museosmetromadrid.es, ya que el aforo es limitado.
Las sesiones serán el viernes 27 de octubre, desde las 16 hasta las 24 horas; y los días siguientes, de 10 a 14 y de 16 a 00 horas.
Esta iniciativa cuenta con la participación de seis actores que deambularán por la estación, debidamente decorada, disfrazados de diferentes criaturas inspiradas en obras literarias y fábulas de miedo. Una experiencia para no perderse en las entrañas de uno de los lugares más fantasmagóricos de la capital. Y de manera gratuita.
Fuente ABC