Cuando te subes a un cayuco no piensas en volver a la aldea con las manos vacías. Eso es inconcebible porque mucha gente ha contribuido a financiar tu viaje. Morir o triunfar, no hay término medio: llegar a España o desaparecer en el Atlántico para siempre. Todo lo demás es fracasar
Año 2006. Las islas Canarias empiezan a recibir oleadas de cayucos procedentes de la costa occidental de África. El periodista español Fernando Quintela decide dar un paso más en su trayectoria como reportero de investigación y abordar un fenómeno que empieza a …
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
Fuente ABC