El ala más derechista muestra reticencia para aceptar el pacto.
El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, afirmó este martes que la operación terrestre en la Franja de Gaza «ayuda a crear condiciones para traer de vuelta a los rehenes, daña a Hamás y crea presión».
Estas declaraciones coinciden con el avance de las conversaciones para un acuerdo entre Israel y el grupo terrorista palestino, mediadas por Egipto, Estados Unidos y Qatar, y que incluiría la liberación de rehenes capturados durante el ataque del 7 de octubre y llevados a Gaza.
El acuerdo incluiría un alto el fuego temporal de cinco días, durante el cual serán liberados 50 rehenes en manos de Hamás a cambio de 300 prisioneros palestinos en Israel.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convocó este martes a una reunión tanto del gabinete de guerra como de todo el Gobierno para abordar la cuestión.
«Espero que haya buenas noticias pronto», indicó Netanyahu en un comunicado difundido por su oficina.
Por su parte, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, aseguró este martes que «el trabajo de las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel está contribuyendo, paso a paso, a lograr la derrota de Hamás y el retorno de los rehenes a sus hogares».
«Creo que tendremos que tomar decisiones difíciles e importantes en los próximos días. No hay ningún momento durante esta guerra, 45 días después, en el que no pienso en los rehenes y me imagino sus rostros: los niños, los soldados, las mujeres, los ancianos, los sobrevivientes del Holocausto, todos los que están allí», agregó.
Soy consciente del dolor que están experimentando las familias y me gustaría decirles que para mí la devolución de los rehenes es un objetivo primordial y haré todo lo posible para lograrlo», apuntó el ministro.
En paralelo con estas declaraciones, algunos de los miembros ultraderechistas del Gobierno de Netanyahu han anticipado que se opondrán al acuerdo, por considerarlo contrario a los intereses de Israel.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, enfatizó que un acuerdo con Hamás sería «un desastre» para Israel.
Por su parte, el exministro de Defensa y actual miembro del gabinete de guerra, Benny Gantz, defendió el acuerdo y destacó que «el retorno de los rehenes es un deber moral y una parte íntegra de la resiliencia que permitirá a Israel ganar la guerra».
Con información de agencias.
Fuente Aurora