El nuevo Gobierno de coalición de PSOE y Sumar lleva integrado el ‘errejonismo’ a todos los niveles; de políticas a cuadros técnicos, incluso, a su mano derecha entonces, el actual ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy. Y, sin embargo, quien no está en el Consejo de Ministros es Íñigo Errejón, diendo él fundamental para entender la reunificación de la izquierda alternativa al PSOE y uno de los cerebros de Sumar y de la campaña electoral de Yolanda Díaz. ¿Por qué?
Diferentes fuentes de Sumar y de la órbita de la izquierda consultadas por ABC coinciden en su diagnóstico: uno, su desconexión con Más Madrid, partido liderado por Mónica García, elegida por Díaz para el Ministerio de Sanidad. Dos, el mayor peso territorial y político que ella ha logrado por encima de Errejón con su oposición a Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid. Y tres, la líder de Más Madrid se ha convertido en una de las dirigentes que más confianza transmite a los integrantes de la coalición, mientras Errejón levanta algunas suspicacias.
«Mónica García entra en vez de Errejón porque es la líder de Más Madrid, tiene a más gente detrás y la mayoría del apoyo y, además, es a la que tienen que perfilar para las próximas elecciones en Madrid», sostiene una persona del primer Podemos que vivió el choque de Errejón y Pablo Iglesias y ahora la configuración de Sumar. Además, recuerda que Errejón está fuera de la dirección de Más Madrid desde 2019 y no tiene tanta influencia como ella.
«Consideran que Mónica puede contraponer más a Ayuso desde el ministerio que Errejón», abunda. La estrategia en segundo plano de Sumar y Más Madrid es que García también pueda usar el gobierno nacional para presentarse a las madrileñas como una alternativa sólida y autonómica al PP. Algo que el PSOE no tiene por ahora en la región. «Lo de poner en territorios a ministros para confrontar al PP es algo que suele hacer el PSOE con sus candidatos», defienden en Sumar.
Por otro lado, una voz de la izquierda madrileña apunta a discrepancias importantes con Más Madrid: «Las razones de que no esté Errejón son políticas, sobre todo, porque se ha enfrentado a Mónica». A pesar de no formar parte de la dirección del partido, Errejón sí que ha intentado tener influencia en decisiones estratégicas como, por ejemplo, condicionar las listas de las últimas madrileñas.
Esta persona consultada también identifica en Errejón otro motivo concreto: un carácter «muy difícil» para trabajar y, en ocasiones, rozando lo conflictivo. Recuerda que la decisión de dejar Más Madrid para recuperar su escaño en el Congreso provocó la pérdida de confianza en algunos sectores del partido. «Deja tirado a todo el mundo», reprocha.
Dicho sea de paso que el salto de Mónica García a la política nacional también ha provocado este tipo de malestar en Más Madrid. Pero además, Errejón también estuvo rodeado por una serie de polémicas que al partido no le favorecieron. Cuando aún era diputado de Más Madrid, se le acusó de dar una patada en la calle a un hombre que, según dijo, le increpó. Él siempre negó la agresión y al final quedó absuelto.
Si bien Errejón es el fundador de Más Madrid, lo cierto es que en 2019, tan solo cinco meses después de entrar en la Asamblea, abandonó el proyecto para presentarse a las generales con Más País, su creación para confrontar la estrategia Pablo Iglesias a nivel nacional.
Pero solo logró tres escaños en coalición con Equo y penalizó a Podemos, que perdió siete por la división de voto. En la elaboración de las listas de Sumar para el 23J se demostró la superioridad de García al imponer a Tesh Sidi como número tres por delante de Errejón, en cuarto puesto, en la candidatura madrileña. Hoy, Más Madrid es un partido consolidado en la región con autonomía en la coalición de Díaz, mientras Más País se prepara para disolverse en Sumar.
Desde Sumar se admite que García está mejor valorada que él; consolidó un partido que priorizó lo regional, tiene «más fuerza que Más País», dicen, y es un referente en materia sanitaria después de su oposición a Ayuso durante la pandemia. Mientras que Errejón se ha convertido en un representante de sí mismo, eso sí, subrayan, con una alta aportación de capital político. Fuentes del equipo de la vicepresidenta Díaz lo explican en este diario con términos similares: «Optando al Ministerio de Sanidad teníamos más claro que el perfil tenía que ser ella. Pero Íñigo también es una figura solvente y muy importante en el grupo».
Díaz ha preferido que Errejón tenga un papel discreto en el Congreso: ni portavocía parlamentaria ni presidencia de comisiones. Pero confía en él para tareas importantes y le ha premiado con la portavocía de la Comisión Constitucional, donde comparece el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, órgano que será muy relevante esta legislatura. La presencia de Errejón en el Congreso en los últimos cuatro años y su tirón mediático al capitalizar mejor que nadie las políticas de salud mental y la jornada laboral de cuatro días, que Díaz ha convertido en sus banderas, lo hacen un activo político a retener.
Podemos estalló por los aires en enero de 2019 después de que Errejón rompiera con Iglesias y se presentase al 26M con Más Madrid. Le sangró 20 escaños a su expartido. Errejón se fue convencido de poder liderar un espacio en la izquierda «más abierto», capaz de aunar a un grupo más amplio de partidos políticas y lejos del ‘bunker’ de Podemos. Hoy, ese espacio lo ocupa Sumar.
La salida de Ione Belarra e Irene Montero del Gobierno y la entrada de Errejón hubiera supuesto un contragolpe excesivo y hubiera vuelto a hacer protagonista a la izquierda del choque Podemos-Errejón, que es precisamente un pasaje cainita y desincentivador para la izquierda que Díaz intenta superar con Sumar.
Y aún así el ‘errejonismo’ pervive en el nuevo gobierno. No solo veremos a Bustinduy de ministro, también a asesores, jefes de prensa y otras figuras más técnicas que acompañaron a Errejón en Podemos, Más Madrid y Más País. Rodrigo Amirola, asesor y estratega, ahora en Sumar, lo fue en Podemos con Errejón. Y el jefe de prensa de García en Sanidad, Luis Giménez, lo fue de Errejón. Sumar en el Gobierno representa el triunfo de las ideas de Errejón frente a Iglesias y, paradójicamente, su creador se convierte en una figura secundaria en la escena política.
Fuente ABC