¿De qué banda eres?«. »De ninguna. He venido a ver las luces de Navidad con mi familia«. Así fue como se desató la tremenda reyerta del 23 de noviembre, que acabó con un joven con el brazo semiamputado en plena Puerta del Sol y con seis pandilleros detenidos, tras el intento de fuga de película del autor material de la cuchillada por el túnel del Metro. Tres de los arrestados eran menores de edad y ninguno entró en prisión ni en un centro cerrado especializado.
Nueve días después, la misma plaza y a una hora similar fue escenario de un ataque similar, aunque con lesiones de menos gravedad. Fuentes policiales indican que todo apunta a que se trata, de nuevo, de bandas latinas, aunque se está analizando qué tipo de relación puede haber entre los dos sucesos, porque hay algunas diferencias pero muchas similitudes.
En la agresión del 23 de noviembre se identificó a nueve jóvenes, de dos bandos distintos y con algunas chicas en ellos. Como en la de este domingo. Asimismo, ambas comenzaron en la zona del Oso y el Madroño y también en las dos hubo intentos de huida por el Metro.
Ocurrieron con una Puerta del Sol atestada de gente. El 2 de diciembre, sábado, dos grupos se cruzaron y hubo un intercambio de palabras; se sospecha que no se conocían previamente y que un comentario sobre una de las chicas pudo hizo saltar la chispa. «Comenzaron a increparnos», declararon luego algunos de ellos a los funcionarios.
Alguien sacó un arma blanca y arremetió contra dos menores, de 15 y 16 años. Cuatro de ellos salieron corriendo hacia la estación de Metro y Cercanías. Los viandantes avisaron a la Policía Municipal, que por la emisora comisionaron a las Unidades Centrales de Seguridad (UCS), sus antidisturbios. Llegaron muy rápido y corrieron hacia esos cuatro chicos, a los que alcanzaron e identificaron dentro de la instalación. Uno de ellos tenía un corte en el dedo anular de la mano izquierda.
Paralelamente, otro grupo de cinco fue interceptado en la plaza de Canalejas, junto al Metro de Sevilla. Otro joven tenía heridas, también de defensa, en una mano. Cuando les presentaron a los cuatro identificados de Sol, reconocieron a tres de ellos como los presuntos agresores, que quedaron detenidos. Son tres dominicanos de 15 años, una de ellos mujer. Los lesionados fueron atendidos por el Samur-Protección Civil y los detenidos, tras pasar por los agentes tutores de la comisaría Centro Sur, fueron puestos a disposición del Grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional.
El 23 de noviembre, fueron seis arrestos, incluidos los tres menores de edad. El más joven, de 14, fue el que supuestamente semiamputó el brazo corrió, tiró el machete a su paso por Montera y se metió en la estación de Gran Vía. Luego, escapó por el túnel que une con Tribunal, de la línea 1, cuyo servicio hubo que suspender parcialmente, hasta que lo pillaron cuando salía por los tornos de esta última parada.
Rifirrafe político
Los grupos antagónicos eran, de un lado, de origen latinoamericano; del otro, magrebíes, según fuentes del caso. Lo cierto es que no parece que tuvieran una relación previa pero el tipo de conducta tan agresiva y el hecho de que los agresores buscaran pelea y portaran machetes poca duda dejan sobre su naturaleza. Eso sí, no tienen relación en principio con los otros acuchillamientos en Fuencarral, Dos de Mayo, Topete y Jerónima Llorente, precisan las mismas fuentes.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido explicaciones a la Delegación del Gobierno por estos hechos violentos, al considerar que suya es la responsabilidad de la seguridad ciudadana.
Por su parte, el delegado, Francisco Martín Aguirre, respondió que no hay que sembrar la alarma social y reconoció que, como informó ABC el lunes, si bien las agresiones con armas blancas siguen en la misma línea que el año pasado (diez a la semana), la tasa de resolución ha subido un 1,71%.
Fuente ABC