El abanico de razones on las que se justifican los ahorros en costes de la mano de obra parece infinito, en la hostelería. Una muestra se ve en la oferta laboral para camareros a cinco euros la hora y la primera gratis como «inducción» al trabajo, un surrealista concepto que ha desatado los comentarios jocosos en las redes.
Literalmente, en el diálogo entre un aspirante al puesto y el anunciante se presenta con estas palabras la propuesta: «El precio es de cinco euros, la primera hora es de inducción (no se paga) y a partir de la segunda, sí».
La justificación de este planteamiento insólito, además, deja a las claras que el trabajador debe estar disponible, aunque sin continuidad ni saber de antemano cuáles serán sus ingresos finales. «Ten en cuenta que esto no es un trabajo fijo, sino que son extras que se van solicitando semanalmente, según la demanda y desempeño», detalla el empleador, al parecer, porque sólo necesita un refuerzo para momentos puntuales de más actividad de lo normal.
Finalmente, ofrece hablarlo cara a cara: «Si te interesa, acordamos una videollamada». No obstante, el camarero rehúsa lacónicamente con una síntesis clara, «¿cinco euros la hora y la primera gratis? Vale, no me interesa».
El influencer valenciano Jesús Soriano ha redifundido esta oferta laboral -que ya se acerca a las 300.000 reproducciones en X (antes Twitter)- poniendo el acento en ese enigmático concepto novedoso de la «hora de inducción».
Aunque el diccionario de la Real Academia Española (RAE) incluye como sinónimos términos que podrían encajar con lo que ha querido decir este hostelero, como «estímulo», «incitación» o incluso «instigación», y el significado de inducir es «mover a alguien a algo o darle motivo para ello», los internautas se toman a guasa la palabra.
«Ojalá mi vitro, también de inducción, no consumiera la primera hora y así poder cocinar», bromea uno de ellos, entre los muchos que relacionan el término con la generación de energía eléctrica en electrodomésticos.
Hay muchas más: «La primera [hora] es de inducción, las siguientes con vitrocerámicas»; «Queremos camareros o sartenes, lo que surja»; «La hora de inducción es aquella en la que al ‘recién contratado’ se le pone encima de una plancha de ídem, se le quema, y acaba enviando al contratista a… con sus cinco euros de propina».
También hay un apunte aclaratorio de lo que tal vez sólo sea un error de «traducción literal del inglés, el induction day o induction es la introducción al puesto, en el que se enseñan las cuerdas (también con la traducción literal), generalmente es para solucionar temas administrativos, presentarse a la gente, enseñarle dónde están las cosas». No obstante, incluso si de ahí viene la confusión, este tuitero añade que este tiempo de trabajo también «se paga».
Y como en otras situaciones subidas a las redes por @soycamarero, en el hilo abundan quienes apelan a denunciarlo y a la supuesta irregularidad de estas condiciones laborales por su precariedad
Fuente ABC