«Abortamos los ataques cuando vemos una presencia civil inesperada. Elegimos la munición adecuada para cada objetivo, para que no cause daños innecesarios», indicó Daniel Hagari, portavoz del Ejército, en un vídeomensaje.
«Utilizamos muchas medidas para tratar de minimizar el daño y el sufrimiento de los civiles (…) Advertimos a los civiles antes de los ataques, siempre que sea posible, también recomendamos a los civiles que se alejen temporalmente de las zonas de intensos combates», añadió.
Estas declaraciones surgen durante una visita oficial a Israel del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, en un momento en que los Gobiernos israelí y estadounidense han mostrado diferencias sobre la manera de llevar la ofensiva.
Tras un ataque del grupo terrorista Hamás que causó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados en territorio israelí el 7 de octubre, las FDI han realizado una poderosa ofensiva por aire, tierra y mar sobre la Franja de Gaza contra objetivos terroristas.
Tras retomarse los ataques, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió que no pararía el fuego hasta «la destrucción de Hamás», pese a que las familias de los rehenes que continúan dentro de Gaza exigen una tregua para liberar a los cautivos.
«Israel no está restringiendo la cantidad de ayuda humanitaria que puede ingresar a Gaza», recalcó Hagari, y aseguró que Israel «ha ofrecido a las organizaciones internacionales establecer zonas humanitarias».
Fuente Aurora