Son varios los pecados que existen en la Biblia; muchos de ellos están implícitos en los 10 mandamientos y otros en la lista de los 7 pecados capitales. Sin embargo, hay una ofensa que se encuentra en las sagradas escrituras y que está catalogada como imperdonable por Dios.
Según la Biblia, específicamente el versículo 31-32, del capítulo 12 del libro de Mateo, en el nuevo testamento, existe un pecado que se consideran imperdonables.
El versículo dice: “el que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama”. Tras esa aclaración, el texto advierte: “Por tanto os digo, todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; pero la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada“.
Más adelante sostiene que “cualquiera que hable contra el Hijo del Hombre le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo no le será aperdonado, ni en este siglo ni en el venidero”.
El pecado imperdonable de la Biblia es la blasfemia contra el Espíritu Santo. Esta falta máxima se puede cometer en 2 ocasiones distintas: al atribuir la grandeza y la obra de Dios al diablo y al amar al pecado.
Cuando una persona ama al pecado significa que cree que la falta que se comete es buena. En este momento, el pecado cega totalmente a la persona y no deja entrar al Espíritu Santo a la vida del pecador.
El pecado de blasfemar contra Dios es imperdonable porque según el texto bíblico Efesios capítulo 4, versículo 30, entristecemos al Espíritu Santo y se lo corre de nuestra vida. Tras ello, ya no hay lugar para el perdón, porque no hay Espíritu Santo que convenza a la persona del pecado.
“No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención”, advierte el versículo de la Biblia.
Y agrega: “Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo”.
¿Cuáles son los 7 pecados capitales de la Biblia?
Según las sagradas escrituras, existen 7 faltas llamadas cardinales que ninguna persona debe cometer y que se basa en los excesos y en el deseo:
- Soberbia
- Avaricia
- Lujuria
- Ira
- Gula
- Envidia
- Pereza
La única manera de curar los 7 pecados capitales es través de un nuevo corazón y amor que proviene de Dios. Según Ezequiel 36:17, el Creador dice: “Os daré corazón nuevo y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y guardareis mis preceptos, y los pongáis por obra.”
Los pecados capitales no aparecen explicitados en la Biblia. Sin embargo, los versículos 16-19 del capítulo 6 de Proverbios menciona un listado de “seis cosas que aborrece Jehová”.
Estas faltas están emparentadas con las cardinales y son: los ojos altivos; la lengua mentirosa; las manos que derraman sangre inocente; el corazón que maquina pensamientos inicuos; los pies presurosos para correr el mal; el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre sus hermanos.
¿Qué es la Biblia, cuántos libros tiene y cómo se divide?
La Biblia es el libro sagrado de los judíos y los cristianos y se divide en dos partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Está confeccionadas por un total de 76 libros, de los cuales los 49 primeros son compartidos por el cristianismo y el judaísmo.
Los primeros libros se los catalogan como el Pentateuco, y se compone de los siguientes capítulos: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Estos libros son nombrados por los judíos como Torá.
El cristianismo sumó 27 libros y entre ellos se encuentran los Evangelios de San Juan, Lucas, Marcos y Mateo. También se suman Hechos de los Apóstoles, con las cartas apostólicas de Pablo y los textos del Apocalipsis.
¿Quién escribió la Biblia?
Los primeros libros fueron recopilados en el siglo III antes de Cristo, cuando el rey Ptolomeo reunió a 70 sabios judíos para que brindaran los textos a la famosa biblioteca de Alejandría.
Según los historiadores religiosos, se le atribuye a Moisés la autoría de los primeros textos bíblicos de los Septuaginta. Sin embargo, los demás textos considerados como la Palabra de Dios fueron confeccionados por decenas de autores, en su mayoría profetas y pobladores del antiguo pueblo de Israel.
Fuente El Cronista