Matías Roby, destacado traumatólogo mendocino siempre tuvo una postura frontal, muy lejana a lo que se conoce como ser “políticamente correcto”. Este perfil particular hace que se le adjudiquen dos adjetivos que en este caso conviven perfectamente, el hecho de ser una personalidad y a la vez un personaje
Quizás este redactor en estas líneas deje de lado la mesura y el equilibrio, para quizás sobrecargar el texto con apreciaciones, pero lo que se rescata en este caso es que entrevistamos a un ser de los llamados necesarios.
En resumen, Roby es una personalidad en lo público, ya que entre otras cosas ocupó la presidencia de la asociación argentina de traumatología deportiva y el cargo de ministro de Salud bajo la administración de Francisco Paco Pérez.
Hoy está radicado en Santiago de Chile, pero siempre recuerda su juventud en la que combinó el estudio y jugar al rugby. Vistió la casaca del Mendoza RC, luego en el seleccionado de la Unión de Rugby de Cuyo (URC) y llegó a vestir la camiseta del seleccionado argentino de rugby.
Con los Pumas disputó dos test match: en el año 92 ante España y en el 93 con Japón. Además, jugó para los Pumas en su versión de seven. Con el seccionado de la URC fue parte de una época en la que se consiguieron triunfos que quedaron en la historia, como el batacazo ante el seleccionado de Francia, en el 92.
Una vez recibido trabajó en varias reparticiones del ministerio de Salud, se especializó en traumatología y rápidamente fue médico de algunos planteles de fútbol como Godoy Cruz y la por entonces Alianza llamada Asociación Atlética Luján de Cuyo. En este plantel protagonizó un hecho de violencia ante un robo descarado que sufrió el equipo del bajo del río Mendoza ante Tiro Federal de Rosario en la final por el ascenso del por entonces llamado Torneo Argentino A.
Lo de personaje se fundamenta en ser histriónico, extrovertido y juagar permanentemente con la ironía y humor ácido o negro. Como se dice en el tenis, juega al fleje, casi al límite, pero a la vez siempre sale bien parado, lo que demuestra su ángel especial que más allá de las chanzas o bromas lo mantienen inmune.
¿Por qué te fuiste a vivir a Chile?
El motivo principal es que me cansé de la corrupción y la impunidad. Me harté de los piqueteros, los sindicalistas corruptos y los políticos mafiosos. Que no se priorice el mérito y que lo corriente es el sálvese quien pueda, siempre con el indebido uso de la llamada viveza criolla. Hablamos de Patriotismo y fugamos capitales a paraísos fiscales, cantamos el himno y permitimos que nos roben la cultura y se rían de nuestra historia.
¿Tu incursión en política en la gestión de Paco Pérez y el intento de ser gobernador en 2015 cómo lo evalúas?
Positiva y de gran aprendizaje. Sobre todo en darme cuenta lo que te decía, este mi país al que amo y extraño, más allá que vengo una semana todos los meses del año, en estas condiciones no puede salir de un pozo cada vez más profundo. No hacemos nada de nada para mejorar. Me di cuenta que eso es un pasado que no se volverá a repetir. Me votaron más de 50 mil mendocinos, lo que no es poco.
La repregunta me lleva a recordar que en esos tiempos te costaron una amistad que tenías con el ex gobernador desde los 11 años de edad. ¿Puede volver esa relación y recapacitarías en retornar al servicio público político?
La primera parte no te la puedo contestar ya que se mezclan cosas personales y llevaría horas. Además no creo que a la gente le interese si soy amigo o no de tal o cual persona. Con respecto a la política, te cuento que se puede servir a la comunidad como vos bien planteas desde varios lugares u organizaciones. En mi caso lo hago desde mi profesión preocupándome por el deportista amateur y súper profesional. Fíjate que nadie tiene en cuenta que un deportista de élite a los treinta años tiene una pequeña o no tan chica dosis de artrosis. Que si no se alimentan o cuidan tendrán una mala calidad de vida a partir de los cuarenta. Inculcar que se debe descansar y cuidarse aún en tiempos de receso o entre calendarios deportivos. Ayudarlos con ejemplos para que inviertan bien tiempo, dinero y fundamentalmente estudien para estar listos en su retiro. Empezará otra vida totalmente distinta, más íntima, más silenciosa y sin tanta exposición. Deben estar listos y preparados.
Hay casos ejemplares de deportistas que estudiaron. ¿Por qué en su gran mayoría no lo hacen?
Primero porque cuando ganan los primeros pesos se confunden. Creen que tienen la vida comprada. Aparecen amigos, chicas muy lindas y ustedes los periodistas los elevan a una condición muy por encima de lo saludable. Podrían hacerlo ocupar sus ratos libres en cosas provechosas, tienen mucho tiempo de ocio. Deben descansar ocho horas, entrenan no más de tres y el resto perfectamente podría ser utilizado para capacitarse.
¿Cómo es tu realidad laboral hoy?
Tres semanas en Chile, en la clínica de un amigo que me invitó a trabajar de manera permanente y programada. Una semana aquí en Mendoza con pacientes particulares de todo tipo y deportistas a los que opero y sigo su rehabilitación y en la Confederación Sudamericana de fútbol donde trabajo en partidos de las copas Libertadores y sudamericana, más las competencias de selecciones de todas las categorías.
Se hacen varias tareas de acuerdo a la demanda, por ejemplo en Godoy Cruz ante Colo Colo a cargo del control antidopaje, pero siempre por partido nos repartimos funciones. Por ejemplo hay un médico que se ocupa de la atención de jugadores aunque cada equipo tenga su cuerpo sanitario, pero hay que verificar ambulancias, un eventual traslado a centros de atención. Y otro se ocupa de la salud de los espectadores. Imagínate que cuando se juntan multitudes de hasta 70 u 80 mil personas puede haber una descompensación de un espectador o un accidente.
Matías Roby seguirá muchos años entre consultorios, quirófanos, estadios de fútbol, aeropuertos, hoteles y restaurantes del Mundo. Como decíamos antes seguirá con la carga de ser polémico, frontal y a la vez personalidad y personaje.
Fuente Mendoza Today