Las familias destinaron en marzo más de $75.000 para pagar las tarifas de luz, gas, agua y el colectivo. Este costo se incrementó 156% respecto a diciembre, por la actualización de la electricidad y el transporte. Sin embargo, todavía no se aplicó el incremento en el gas y el agua, debido a una definición del ministro de Economía, Luis Caputo, de posponer incrementos para moderar a inflación.
La “canasta de servicios públicos” fue elaborada por el Observatorio de Tarifas y Subsidios, que depende del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), de la UBA y el Conicet. Incluye el consumo de energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte público, para un hogar representativo del AMBA.
Según el último informe, en el mes de marzo un hogar promedio gastó $75.429 pesos en el mes en cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable en el hogar. Desagregado, $40.906 fue de transporte, $25.227 de energía eléctrica, $6.677 de agua y $2.619 de gas natural.
Esta misma canasta de servicios públicos en diciembre pasado era de $29.487, por lo que el costo se incrementó 156% en tres meses. Según el IIEP esto ocurrió “a partir de las actualizaciones de tarifas de transporte y energía eléctrica, ya que los cuadros tarifarios de agua y gas natural no han sido modificados hasta el momento”. Además, ajusta los consumos de gas y luz por estacionalidad.
Con estos valores, en marzo, la canasta de servicios públicos del AMBA ocupó el 11% del salario promedio registrado del mes. Esto significa que casi que se duplicó su peso en un trimestre, dado que en diciembre pasado era del 6%.
El mayor gasto: colectivos
En la desagregación por servicio se observa que el incremento más importante fue para el transporte, con un aumento del 410% respecto a diciembre de 2023, mientras que la energía eléctrica aumentó 99% y el gas 24%.
Actualmente, el peso más importante del gasto familiar lo ocupa el transporte. Pese a que el boleto aumentó más de 400% desde diciembre para acá, la cobertura que hace el usuario del pasaje final es del 30%, mientras que el resto son subsidios del Estado.
En el caso del gas, la suba del 24% se debe a las diferencias mensuales en las cantidades consumidas, dado que no hubo aumentos en el cuadro tarifario. Iban a aplicarse el primero de febrero, en conjunto con una quita gradual de los subsidios, según había anunciado la Secretaría de Energía durante la primera audiencia pública del año, pero Caputo definió posponerlos.
Para la factura de luz, se tomó una sin subsidios, correspondiente a los usuarios del Nivel 1 de la segmentación (N1). El resto de los usuarios, los N2 y N3, que corresponden a dos tercios del total de las familias, mantienen prácticamente el 100% del costo de la electricidad subsidiado.
Así, la factura final promedio de un hogar de altos ingresos es hasta 2,8 veces superior respecto de la factura de un hogar de bajos ingresos.
Fuente El Cronista