Las cartas reivindicativas se le acumulan al ministro de Transportes remitidas por varias administraciones y en algunos casos de forma insistente. «Para aburrir».

Hace tiempo que la correspondencia quedó reservada a la nostalgia, al banco y a la publicidad. Ya no se recurre a un envío postal para ponerse al día con un amigo o familiar en la distancia. En la era digital, son pocos los románticos del …
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Fuente ABC