El inicio del actual mandato de José Luis Martínez-Almeida (junio de 2023) vino con una promesa debajo del brazo en materia de Policía Municipal: la creación de una unidad especializada en la detección e investigación de pintadas callejeras vandálicas. Así fue como en noviembre se creó la Sección de Protección del Patrimonio Urbano (Sepropur) del Cuerpo. Ahora, ha llegado la hora de hacer balance y los datos de los primeros cinco meses de trabajo, a los que ha tenido acceso ABC, desvelan que se han practicado en esa horquilla de tiempo 49 atestados en esta materia, frente los 17 que se anotaron entre enero y octubre de 2023. Esto supone tres veces más que cuando no existía esta unidad.
Además, en el mismo periodo, ha tramitado 109 expedientes, 61 informes, 139 denuncias y tiene a 17 investigados tras 273 identificaciones, con 5 remisiones a Fiscalía.
La Sepropur cuenta ahora mismo con 39 efectivos en total (12 agentes municipales y un mando en cada uno de sus tres turnos, mañana, tarde y noche), las 24 horas del día. Los distritos más victimizados por estos vándalos son Centro (especialmente, Malasaña), Latina y San Blas-Canillejas, aunque es un problema extendido por todo el municipio, aclaran desde el Área de Seguridad y Emergencias, que dirige Inma Sanz.
Estos policías municipales elaboran mapas de riesgo y planes de actuación de la mano de las comisarías integrales de distrito, así como funciones de análisis de daños, identificación de las autorías y, en su caso, demandas de la restitución de los daños causados.
Análisis grafológicos
Es decir, que se realizan peritajes grafológicos gracias a los que ya se está poniendo autoría real a grafitis perpetrados por un mismo sujeto y en distintas partes de la ciudad, por ejemplo. Especialmente, aquellos casos en los que hay una afectación al patrimonio cultural e histórico. De hecho, hay algunas investigaciones al respecto se encuentran bastante avanzadas.
Existe un registro de imágenes y localización de las pintadas; se tramitan de manera centralizada todos los atestados; la recepción de las denuncias administrativas que se tramitaen por las diferentes comisarías están centralizadas, creando una base de datos; se mantiene un contacto con el Área de Limpieza para la restitución del bien dañado (y para acceder a su base de datos y disponer de su archivo de imágenes de grafitis que luego borran) y con los administradores de fincas en aquellos espacios privados cuyas fachadas sean objeto de pintadas.
La Sepropur de la Policía Municipal forma parte de la Comisaría de Medio Ambiente y Urbanismo, en concreto de su equipo de Policía Judicial. Se ubica físicamente junto a la Unidad de Gestión de la Diversidad de Policía Municipal, trabajando codo a codo en pintadas que puedan ser constitutivas de delitos de odio.
Cada vez, más pintadas
Esta nueva sección se suma a la puesta en marcha, en septiembre de 2022, de las patrullas antigrafitis del Selur. Se la dotó de un 158% de más presupuesto y un incremento de la plantilla del 69%; lo que supone 55 efectivos en 12 equipos específicamente para las patrullas antigrafitis para agilizar y hacer más eficientes las intervenciones.
En 2021, en Madrid se realizaron limpiezas para eliminar pintadas sobre 167.693 metros cuadrados de fachadas de edificios, que se elevaron en 2022 a 321.862 metros cuadrados y a 722.534 metros cuadrados en 2023.
En cuanto a las sanciones, fueron endurecidas en diciembre de 2019. Algunas multas se llegaron a duplicar o triplicar. Por ejemplo: en el caso de los cierres comerciales o elementos asociados a actividades económicas, se elevaron de 500 a 1.000 euros; sobre mobiliario urbano, muretes o pilares y puertas, de 300 a 600 y en edificios emblemáticos, las multas por pintadas de menos de un palmo ascienden a 2.000 euros y las que lo superan, a 3.000.
Fuente ABC