Más de 350 agentes, incluido el grupo de élite de la Policía catalana, se desplegarán este martes en Montjüic, durante los cuartos de final de la Champions entre el Barça y el PSG ante la amenaza yihadista. Un dispositivo de mayor seguridad ante la propaganda de Estado Islámico, alentando a cometer ataques durante el encuentro. Los Mossos d’Esquadra recuerdan que la alerta continúa en nivel 4 reforzado sobre cinco, por tanto, «se acentúan las medidas preventivas», tanto para el partido de este martes, como en otras «grandes aglomeraciones de personas».
Por este motivo, el despliegue en los alrededores del Estadio Olímpico Lluís Companys contará con elGrupo Especial de Intervención (GEI), además de drones y el helicóptero, encargados de la vigilancia desde el aire, así como la Unidad de Subsuelo, e Información, que se sumarán a las habituales unidades de orden público y seguridad ciudadana. «El partido tiene una importante proyección internacional y es un puto de interés mundial», precisan desde el Cuerpo.
Más allá de la amenaza terrorista, unos 2.600 aficionados del PSG se desplazarán hasta la capital catalana con motivo del partido, algunos de ellos, estiman que unos 400, radicales, por lo que otra de las prioridades de la Policía catalana será evitar enfrentamientos con los ultras de la afición rival. Por este motivo, tan pronto los galos lleguen a Barcelona, la afición estará bajo vigilancia de los Mossos. Los escoltarán hasta el campo para garantizar que realizan el trayecto «sin incidencias».
La intención, para evitar cualquier tipo de altercado, es que los ultras sean los primeros en acceder al campo, sobre las 19.00 horas. (Dos antes de que arranque el partido en el Lluís Companys). Una vez finalice, serán los últimos en salir.
Para gestionar el dispositivo, los Mossos se han coordinado con la Policía Nacional francesa, y la seguridad del Barça, encargada del interior del recinto; así como con la Guardia Urbana de Barcelona para gestionar la movilidad.
Fuente ABC