Erika de Souza Vieira Nunes permanece detenida al ser acusada de vilipendio de cadáver e intento de hurto con fraude al acudir a un banco de Río de Janeiro, Brasil, con el cuerpo de un hombre de 68 años. Atención, esta nota contiene imágenes que pueden ser sensibles para el lector.
La mujer fue grabada por un empleado de la entidad bancaria el 16 de abril cuando sostenía la cabeza y mano de Paulo Roberto Braga para firmar una serie de documentos. Según las autoridades, Vieira Nunes pretendía retirar un préstamo de 17.000 reales (más 3200 dólares) a nombre de quien, según declaró, era su tío.
“Tío, tienes que firmar. Yo no puedo firmar por ti”, se le escuchó decir en el video que se viralizó. Durante varios segundos, buscó cómo tomar la mano del hombre y un lapicero para acelerar el proceso. “Creo que no está bien”, le expresó un empleado del banco al ver la escena.
Las fotos con vida del hombre llevado muerto al banco por su sobrina
Vieira Nunes se tomó varias selfies con su tío en un hospital de Brasil. Las imágenes, reveladas por los medios locales G1 y Super Rádio Tupi, datan del 15 de abril. Ese día, el hombre fue dado de alta luego de recibir atención médica por una neumonía. Le habían recomendado cuidados especiales.
Las autoridades afirmaron que la sobrina de Braga fue vista el martes 16 de abril en tres bancos, en los que también habría planeado solicitar créditos.
La autopsia señaló que Braga murió entre las 11:30 a.m. y 2:30 p.m. del martes. Sin embargo, en horas de la tarde fue trasladado a la otra entidad bancaria, donde los empleados llamaron a una ambulancia y los paramédicos confirmaron que no tenía signos vitales.
Aunque la mujer aseguró que cuando llegaron al último banco estaba vivo, los peritos insistieron que, por la rigidez y otros síntomas, Braga había fallecido al menos dos horas antes. Los abogados de Vieira Nunes solicitaron a una jueza que se le conceda la libertad, argumentando que necesita medicación, ya que tuvo depresión y es madre de una niña que padece un “retraso en el desarrollo fisiológico normal”.
“Tiene buenos antecedentes y vive en el mismo lugar desde hace más de 10 años, sin indicios de que buscaría escapar de cualquier posible sanción penal, en caso de ser condenada”, expresaron, como reseñaron documentos obtenidos por el diario local O Globo. Por ahora, la jueza la mantiene detenida al considerar que la actuación es “repugnante y macabra”.
“Cualquiera se dio cuenta de que el anciano en silla de ruedas no se encontraba bien. Varias personas que se encontraron con la detenida y el señor Paulo quedaron perplejas ante la escena, pero ¿fue la detenida la única que no se dio cuenta?”, cuestionó la magistrada.
“Todo indica que la voluntad expresada allí fue exclusiva de la detenida, encaminada a obtener un dinero que no le pertenecía, manteniendo, por tanto, la ilegalidad de la conducta, a pesar de que el anciano estuvo vivo parte del tiempo”, añadió en las audiencias.
Fuente La Nacion