PUERTO PADRE, Cuba.- El jefe de la Aduana General de la República de Cuba, coronel Nelson Cordovés Reyes, debía promover una investigación en el Aeropuerto Internacional “Frank País” de Holguín, ante la violación de normas de ese órgano y los presuntos delitos de abuso de autoridad, apropiación indebida y cohecho, que presumiblemente ocurrieron en esa institución este sábado.
Los hechos ocurrieron cuando la ciudadana nacionalizada estadounidense Magali Posada, cubana, natural de Las Tunas, comisionó al residente en Estados Unidos Yorbanys Polo Rodríguez, ciudadano cubano, natural de Puerto Padre, para que trajera un paquete con alimentos a su familia, entre los que se encuentra su anciana madre, de 97 años de edad y con enfermedad de Alzheimer.
En vuelo procedente de Miami y llegado al aeropuerto de Holguín, este sábado 20 de abril, alrededor de las 9:17 am., funcionarios de Aduana, alegando normativas aduanales vigentes, decomisaron a Polo Rodríguez cuatro docenas de huevos, carnes y ajos, todos en sus empaques originales, con los datos de los productores y comercializadores de esos alimentos, adquiridos en mercados estadounidenses por valor de 123. 96 dólares.
El decomiso
Haciendo de abogado del diablo como suelo decir en ocasiones así, aunque los aduaneros dejaron pasar los paquetes más pequeños de carne y se quedaron con los más grandes y jugosos, convengamos, que… fuera ajustado a la ley el decomiso; sí, que fuera legal, porque la carne tuviera huesos, y, luego, pudiera ser portadora de fiebre porcina; que los huevos, aunque orgánicos, fueran receptáculos de gripe aviar; y, vaya, que los ajos, potencialmente, podían contaminar la “cosecha cubana” con tizón, alternarías, y toda suerte de virus. Bien. Decomíselos. ¿Pero dónde está el acta de decomiso?
Preguntado el ciudadano Yorbanys Polo Rodríguez por el acta de decomiso, vía WhatsApp dijo a quien le encomendó traer el paquete de alimentos a Cuba, un país hambreado, que, “yo no esperé nada de eso porque yo no me podía pasar el día allí”.
Vamos a ver: ¿La Aduana del Aeropuerto Internacional “Fran País” de Holguín decomisa productos a los viajeros y permite que estos se marchen de sus instalaciones sin antes hacerlos firmar la debida acta de decomiso…? ¿No existe un procedimiento para realizar decomisos, documentos que los autentiquen y funcionarios que supervisen esos objetos y bienes incautados y las actas que legitiman esas incautaciones…?
Si las respuestas a esas dos interrogantes fueran afirmativas, entiéndase que los aduaneros decomisan productos y bienes a los viajeros sin mediar documento alguno, porque el viajero decomisado hace como Polo Rodríguez dijo, “yo no esperé nada de eso porque yo no me podía pasar el día allí”, algo poco creíble porque la documentación del decomiso se hace en el momento de ejecutar esa acción, y, tampoco existen funcionarios supervisores que cumplan con sus tareas, entonces, puede ocurrir que, cometiendo delitos de abuso en el ejercicio del cargo y apropiación indebida, los aduaneros “decomisen” lo que así entiendan o sea de su interés, sin que exista rastro de las incautaciones, pues no existe documentos que lo pruebe.
Y, puede darse el caso de delitos de cohecho, sí, de connivencia entre aduaneros corruptos y las personas dedicadas a transportar paquetes, las llamadas “mulas”. La mula no pierde absolutamente nada cuando son bienes ajenos los decomisados. Pero una mula gana, y gana mucho, cuando “paga” a un aduanero corrupto con bienes ajenos decomisados, pues, con ese aduanero se está abriendo las puertas para introducir bienes propios, que por la cantidad, el origen u otras circunstancias, no podría entrar al país sin cohechar a un aduanero.
Una crisis
Cuba está viviendo en una situación de cuasi hambruna, de hambre en las capas más pobres de la nación; Cuba hoy vive no sólo una crisis económica, sino también política, cívica, de degeneración moral, corrupción administrativa, abulia gubernativa e incuria legislativa y judicial sin precedente, mientras la nación se desmorona.
Y, mientras Díaz-Canel, en su doble jefatura, la del comando del Partido Comunista y la del Estado totalitario, no cesa de achacar al “bloqueo yanqui” todos los padecimientos que vivimos en la isla-cárcel, es, precisamente, el régimen comunista quien bloquea y asfixia a los cubanos, con leyes absurdas, que estarían muy bien aplicadas en un país civilizado y productivo, pero no en un erial sin ganados ni cosechas, donde sólo mencionar la prohibición de importar carne de cerdo con huesos porque puede contaminar con fiebre porcina el rebaño nacional, constituye un chiste de malísimo gusto, porque… ¿De qué rebaño nacional estamos hablando si en Cuba no hay ganadería porcina, ni industria avícola, ni nada parecido?
Luego cabe preguntar: ¿A dónde fueron a parar sin actas de decomisos firmadas por el comisionado de ese envío -y obsérvese que no uso el termino de “mula”- las carnes con huesos y los huevos decomisados este sábado en el aeropuerto de Holguín? ¿Esas carnes y esos huevos fueron devorados por un incinerador gubernamental o fueron a parar a la despensa de funcionarios corruptos?
El jefe de la Aduana General de la República de Cuba, coronel Nelson Cordovés Reyes, debía promover una investigación en el Aeropuerto Internacional “Frank País” de Holguín, y así, tal vez conozcamos cómo algunos comen carnes y huevos que no compraron, y no solamente en el aeropuerto de Holguín, sino en toda Cuba. Investíguese. Y dígase cómo y por qué los “decomisados” se van del aeropuerto sin autenticar con su firma lo confiscado. O dígase que no hubo tal decomiso sino un atraco.
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Fuente Cubanet.org