El Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró que la penetración de Hamás en la agencia de la ONU para los refugiados palestinos era tan profunda que “es imposible decir dónde termina la UNRWA y comienza Hamás”, mientras se publicaba una revisión de los vínculos de la organización con el terrorismo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores dice que el problema no son “unas cuantas manzanas podridas”, y acusa al informe de “ignorar la gravedad del problema y ofrecer soluciones cosméticas”
El informe decía que Israel aún tenía que proporcionar pruebas que respaldaran sus afirmaciones de que un número significativo del personal de la UNRWA eran miembros de organizaciones terroristas. También afirmó que la UNRWA contaba con políticas “sólidas” para garantizar la neutralidad del personal, aunque reconoció que persisten problemas con el cumplimiento, reportó Enlace Judío.
La revisión fue dirigida por la ex ministra de Asuntos Exteriores francesa, Catherine Colonna, nombrada después de que Israel alegara que 12 miembros del personal de la UNRWA participaron activamente en el ataque liderado por Hamás el 7 de octubre en el que murieron 1.200 personas y otras 253 fueron tomadas como rehenes, lo que desencadenó la guerra en curso en Gaza.
Posteriormente, Israel afirmó que otros 30 empleados de la UNRWA ayudaron o facilitaron esos crímenes el 7 de octubre y que hasta el 12 por ciento del personal de la organización estaba afiliado a organizaciones terroristas.
“Si más de 2.135 empleados de la UNRWA son miembros de Hamás y de la Jihad Islámica, y una quinta parte de los directores de las escuelas de la UNRWA son activistas de Hamás, el problema con la UNRWA de Gaza no es un problema de unas pocas manzanas podridas”, dijo Oren Marmorstein, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado emitido poco antes de que se publicara el informe. “Es un árbol envenenado y podrido cuyas raíces son Hamás“, según The Times of Israel.
El informe “ignora la gravedad del problema y ofrece soluciones cosméticas”, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
“Esto no parece una investigación verdadera y exhaustiva”, dice el comunicado.
“Así es como se ve el deseo de evitar el problema y no llamarlo por su nombre”.
El ministerio también dijo que la UNRWA no era parte de la solución para Gaza y nunca lo será, y que las naciones donantes deberían dirigir sus fondos a otras organizaciones humanitarias.
Las acusaciones de Israel contra la docena de empleados de la UNRWA llevaron a 16 estados a pausar o suspender la financiación de 450 millones de dólares a la UNRWA, un golpe a una agencia que lidia con la crisis humanitaria que ha arrasado Gaza desde que Israel lanzó su ofensiva allí.
Israel se ha quejado durante mucho tiempo de la agencia, fundada en 1949 para atender a los refugiados palestinos. El Primer Ministro Benjamín Netanyahu ha pedido el cierre de la UNRWA, diciendo que está infestada de elementos terroristas y que injustamente busca perpetrar la crisis de los refugiados palestinos.
El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, advirtió en marzo sobre “una campaña deliberada y concertada” para poner fin a sus operaciones. La UNRWA emplea a 32.000 personas en toda su zona de operaciones, 13.000 de ellas en Gaza.
La UNRWA dice que rescindió los contratos de 10 de los 12 empleados acusados por Israel de estar involucrados en el ataque del 7 de octubre, y que los otros dos están muertos. Un organismo de supervisión de la ONU está liderando una investigación separada sobre las acusaciones israelíes contra esos 12 empleados.
Fuente Vis a Vis