Largo y no menos tortuoso ha sido el durísimo camino que Dani Pérez ha tenido que recorrer desde que el pasado 24 de octubre del pasado año el Betis informara que uno de los mayores talentos de su cantera se veía obligado a pasar por el quirófano para buscarle una solución quirúrgica a una grave lesión de rodilla como es la de la rotura del ligamento cruzado. Justo en un año futbolístico 2024-25 como el que va terminando y en el que apuntaba a ser muy especial para su progresión después de que Pellegrini lo hiciese debutar con el primer equipo en 2022 en Europa League ante el HJK Helsinki. Poco antes de aquello el Betis lo renovó hasta junio de 2025.
Con todo, el regreso con el resto del grupo se espera este miércoles para este futbolista sevillano que viene trabajando a mayor ritmo en la fase final de su recuperación, hasta el punto de que meses después de aquel fatídico entrenamiento previo al duelo ante El Palo, el atacante ya está disponible para integrar las sesiones que dirige Arzu en la ciudad deportiva Rafael Gordillo, con el objetivo de que seis meses después de su último encuentro oficial, que son los que ya supera, Dani Pérez vuelva a vestir la camiseta verdiblanca no antes de estar en perfectas condiciones, algo que está más cerca de suceder a cada día que pasa, pues a actitud y entrega nadie le va ganando a este avanzado aprendiz de centrocampista.
Germán Pezzella fue a visitarlo en uno de esos tantos gestos de capitán que enorgullecen al beticismo. Y es por eso y por muchas otras razones por las que Dani Pérez no ha dejado de atender ni un sólo segundo de la hoja de ruta para afrontar el complejo proceso de rehabilitación que tiene una lesión de estas características, máxime cuando el joven jugador bético de tan sólo 18 años veía cómo era el protagonista de uno de los peores partes médicos que se pueden conocer en el fútbol y a tan temprana edad.
El filial acaba la liga el domingo y se preparará para el play off
A finales de noviembre vio cómo le quitaron las grapas de su rodilla, a finales de año, todo iba mejor de lo que se esperaba, por más que hubiese cautela, y a finales de febrero ya se le pudo ir viendo trotando y haciendo algunos ejercicios con balón sobre el terreno de juego. Dani se ha rehecho día a día con ayuda de los servicios médicos del club verdiblanco y los readaptadores y fisioterapeutas que el Betis le pone a su disposición, y ya va viendo la luz al final del túnel a la par que acompaña el porvenir de su equipo, el Betis Deportivo, que acaba de clasificarse matemáticamente para disputar el play off de ascenso a Primera Federación, cuyo inicio se estima para principios del mes de junio, ya que este domingo el segundo equipo bético se despide de la competición liguera ante el Estepona en un duelo que arrancará a las 12.00 en la ciudad deportiva Luis del Sol.
La idea inicial es que Dani, a recomendación de los servicios médicos, complete su última fase con ayuda de sus compañeros con los que está a punto de ejercitarse, antes de retomar la competición, y dicha fase de ascenso está muy lejana para el sevillano, pero nadie descarta al cien por cien que el sevillano pueda volver a tiempo para jugar algunos minutos, aunque sean testimoniales, aunque para ello habría de recordarse que el canterano cedió su licencia federativa para que pudiera emplearla un compañero, gestión que debería deshacerse para volver a verlo esta campaña, lo cual parece poco probable. Cobra mayor fuerza por tanto la posibilidad de que vaya recuperando sensaciones exclusivamente en los entrenamientos que realizará con los suyos y el objetivo primordial que se marca es el de comenzar la pretemporada para volver más fuerte, con ficha y ganas de darle la vuelta a la tortilla.
Fuente ABC