Todos, alguna vez, olvidan alguna tarea o dónde dejaron sus llaves. Pero a medida que pasan los años y el cuerpo envejece, a la memoria se le dificultará más recordar la información o le tomará un poco más de tiempo acordarse de un momento específico.
En este marco, si alguien se compara con otra persona de su edad y nota que no tiene tan buena retención de datos, puede ser que esté atravesando un deterioro cognitivo leve, pero si presenta problemas como olvidar el camino a su casa o cómo utilizar un teléfono, podría tener un problema más grave, según el sitio especializado MedlinePlus. Al percibir ese tipo de señales, es importante consultar al médico de confianza para explicarle lo que se está atravesando y para que le realicen los respectivos exámenes y descarten cualquier tipo de enfermedad que afecte la pérdida de la memoria.
Cuáles son los hábitos que pueden afectar a la memoria
Charan Ranganath, director del Programa de Memoria y Plasticidad y profesor de psicología y neurociencia en la Universidad de California, le reveló a la BBC algunos de los hábitos que pueden afectar la capacidad de su cerebro para almacenar la información:
- No tener suficiente tiempo de descanso
Puede que por el estrés del día una persona tienda a dormir menos, y esto puede ser perjudicial para su salud, ya que “el cerebro cuenta con un sistema que drena las toxinas que se acumulan en él, incluida la proteína amiloide, la cual está implicada en la aparición del Alzheimer”. “Este sistema se pone en marcha durante la noche”, explicó el profesional.
Asimismo, esto podría afectar su rendimiento: “Si una persona no duerme lo suficiente, la función frontal del cerebro se reduce, lo mismo que su nivel de tolerancia al estrés y, por lo tanto, no es capaz de enfocarse debidamente”. Además, “dormir facilita la retención de información que hemos aprendido”, puntualizó Charan Ranganath.
- Saturarse con tareas
En los trabajos e instituciones educativas se suelen realizar diversas actividades a la vez, pero esto puede afectar la corteza frontal que “nos ayuda a centrarnos en lo que necesitamos hacer para alcanzar nuestros objetivos”. “La capacidad de centrarnos se empantana si saltamos continuamente de un objetivo a otro”, explicó el profesor de neurociencia a BBC.
- La monotonía
El cerebro es selectivo con la información que almacena, puesto que solo las experiencias asociadas con el miedo, ira, deseo, felicidad o sorpresa permiten la liberación de adrenalina, serotonina, dopamina y cortisol, que son fundamentales para plasticidad en el cerebro. “La plasticidad en el cerebro nos ayuda a realizar tareas, en especial aquellas que son repetitivas, de manera más eficiente. Una vez que cambiás una ‘contraseña’, tendrás a las neuronas que tenían guardada la vieja peleándose con las que tienen la nueva”, dijo el profesional.
- Confiarse demasiado
El cerebro no está diseñado para recordar todo lo que vive en el día, sino para almacenar lo más relevante: “Se calcula que el hombre promedio está expuesto a 34 gigabytes o su equivalente: 11,8 horas de información al día”. Lo ideal es que “la memoria tome la información importante del pasado que necesitamos para entender el presente y prepararnos para el futuro”, explicó.
Fuente La Nacion