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En Palermo chocaron dos trenes y como Cristina Kirchner en la tragedia de Once el presidente Javier Milei guardó silencio. “¿Volvemos al 2012? ¿Necesitamos tragedias para reaccionar?” interpeló sin éxito María Luján Rey, mamá de Lucas Menghini, fallecido trágicamente doce años atrás y actual Directora del Observatorio de Víctimas del Congreso de la Nación.
En un hotel de la Boca un hombre atacó y quemó a dos parejas de lesbianas. Dos de esas mujeres murieron. El hecho tuvo poca repercusión.
En el Senado un representante de La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni, preguntó al jefe del interbloque de Unión por la Patria si pensaba pegarle. “Que deje de decir boludeces”, le respondió José Mayans en una de las tres jornadas de discusión de la Ley Bases y el paquete fiscal.
El Gobierno ya admite que no tiene los votos para sancionar ninguna de ambas leyes. Aceptarán más modificaciones a cambio de votos mientras el sindicalismo y una parte del peronismo convoca a una movilización en contra. El Presidente siempre tiene poder de veto, además.
Martín Menem, presidente de Diputados y el vocero Manuel Adorni, tuvieron que dar explicaciones y aseguraron que no hubo picardía sino “error de tipeo” en los agregados con los que llegó al Senado el texto de las medias sanciones de la cámara baja.
¿Habrá sido un error de tipeo que en las planillas oficiales no figure un solo ingreso de Fátima Florez a Olivos? El colega Pablo Blanco pidió la información al Gobierno. Ese dato faltante es llamativo porque la artista posteó incluso una fotografía en los jardines de la mansión cuando negaba una ruptura de la relación. Si no fue error, ¿fue una omisión? ¿o Fátima nunca estuvo en la casa que habita el Presidente? ¿El dato se ocultó a propósito?
Hubo otro error y la editorial Planeta retiró de circulación un libro que le atribuía a Javier Milei un doctorado al que nunca accedió.
Esta vez Milei se enojó con una periodista extranjera. Fue porque quiso saber -y pidió permiso- si podía hacer una pregunta personal. Desde el extranjero Alberto Fernández sigue despotricando vía X como si no fuera responsable de nada. Entre otras cosas el triunfo y el respaldo social que tiene La Libertad Avanza para dinamitar el Estado está justificado por el pasado reciente y la gestión de Unión por la Patria (ex Frente de Todos).
Cristina Kirchner volvió a hablar de la “crueldad” del Gobierno, en esta ocasión al sumar una imagen de la Virgen de Luján en el Salón de las Mujeres del Instituto Patria. Ya lleva tres discursos en sólo dos semanas.
Justo el día del paro nacional Sergio Massa volvió desde Brasil. No habló en público. El sábado reapareció Máximo Kirchner en un acto en Moreno y aunque sigue sin reunir al PJ activó a La Cámpora: militan contra la ley en el Senado y con flyers en redes sociales. No debe estar contento con esa estrategia el exsecretario de la agrupación, Andrés “Cuervo” Larroque, que pide actuar con más firmeza y no mandar mensajitos.
El mensaje de la CGT fue un paro nacional sin movilización para que las fotos mostraran ciudades vacías. Fue “contundente” para la central obrera y “un fracaso” para el Gobierno nacional. Adorni se hizo un festín.
Los datos oficiales muestran que cayó la industria, cayó el comercio, cayó la construcción y cayó el consumo. Los salarios perdieron frente a la inflación pero esta semana se supone que cae la inflación. Un porcentaje alto de argentinos, banca.
En ese marco la Justicia parece desconcertada. Fabián “Pepín” Rodríguez Simón logró la excarcelación a cambio de una caución millonaria. Lo benefició la jueza María Romilda Servini a pesar de que el operador judicial de Mauricio Macri lleva más de 1000 días prófugo en Uruguay. Apeló el fiscal Guillermo Marijuan, el mismo que dirigió excavaciones en Santa Cruz en busca de dinero escondido.
Se reabrió la causa por la muerte de Santiago Maldonado, algo que enoja a la nuevamente ministra de Seguridad Patricia Bullrich que por otra parte ya tiene internas con su excompañero de fórmula el ministro de Defensa Luis Petri.
Karina Milei ordena a La Libertad Avanza y esta semana coordinó con el diputado Cristian Ritondo el acercamiento o unión con el PRO. Ya mandó a decir que no será candidata en el 2025. ¿Y Cristina? ¿Será que habla para ser candidata?
Cualquiera de estas imágenes ocurridas sólo en una semana refleja el momento social y político.
La omnipresente Lilia Lemoine
Este lunes termina la Feria del Libro, un espacio al que finalmente esquivó el presidente Javier Milei y casi toda la dirigencia política a pesar de ser un evento multitudinario, incluso en tiempos de crisis.
El último viernes decenas de jóvenes coparon el predio de La Rural con un patito en la cabeza, un adorno que se vendía entre $ 1500 y $ 2500 en la vereda, el equivalente a una sexta u octava parte del valor promedio de un libro. No puede haber un objeto más simbólico del capitalismo y el culto al consumo, un ‘algo’ innecesario, que se usa y se descarta, que seguramente es made in China y que en Argentina se paga a un dólar y medio o más de dos.
Paradoja de la Argentina: días atrás la diputada Lilia Lemoine calificó a esta movida literaria como “un evento rehén del marxismo” a pesar de que dos de los libros más vendidos tienen al Presidente.
El miércoles Nicolás Márquez, amigo y biógrafo de Javier Milei, presentó su libro en la Sala Hernández. Más de la mitad de las sillas quedaron vacías, a pesar de que con paneles se achicó la sala y no fueron necesarias las vallas que puso seguridad para protegerlo de un anunciado escrache por sus dichos -entre otras cosas- contra la homosexualidad. Un grupo de manifestantes se acercó a protestar pero al ver que la convocatoria no había sido tan exitosa se retiró.
El viernes el que ocupó la misma Sala Hernández fue el gobernador Axel Kicillof. Al final quedaron por lo menos 200 personas afuera y se lamentó el personal de la feria que tuvo que negar el ingreso a los que llegaron tarde. Los empleados repetían que podrían haber agrandado el lugar si se hubieran quitado los paneles del fondo. Nadie se animó a tomar la decisión.
Al gobernador de Buenos Aires lo acompañaron rectores de universidades nacionales. María Beatriz Gentile rectora de la Universidad Nacional del Comahue (Río Negro y Neuquén) apuntó que “no puede haber una cátedra terraplanista, puede haber una presidenta de comisión pero no una cátedra en la Universidad”. Como Cristina Kirchner tampoco ella nombró a Lilia Lemoine pero se oyeron risas porque alcanzaron las pistas para saber que criticaba a la diputada libertaria. Un éxito de Lemoine que pasó meteóricamente de cosplayer, polemista y maquilladora a condicionar el debate público.
La rectora respondió al mileismo explicando que en las facultades públicas no hay adoctrinamiento sino “pluralidad”. Kicillof recogió el guante y habló de “estupidez e ignorancia”. También señaló que “no saben ni de qué se trata la universidad pública” a la par que recordaba que su antecesora María Eugenia Vidal tuvo varios yerros en la materia. Sobre ese antecedente y frente a la movilización del 23 de abril de la comunidad universitaria, el gobernador buscó capitalizar una aspiración bien argentina: el ascenso social atado a la universidad. Es el salvavidas del peronismo junto a la salud, la educación primaria y secundaria y la obra pública, banderas que se disputa con una parte del radicalismo.
El olvido de Kicillof
El acto del gobernador fue una apuesta en la carrera del bonaerense que contrasta en su discurso con el presidente de la Nación. En un diálogo imaginario con Milei planteó que en su facultad de Ciencias Económicas no se leía a Marx -como cuestiona el Presidente que lo llama ‘soviético’- sino apuntes y fotocopias con la interpretación americana sobre El Capital, Keynes o Adam Smith.
Tan verborrágico como siempre, Kicillof se olvidó algo importante que tenía que decir y después de haber terminado el conversatorio pidió la palabra, volvieron a cerrar las puertas de la sala y anunció que su gobierno terminará las obras en 10 universidades de Buenos Aires que dejó inconclusas el Gobierno Nacional. Por si acaso aclaró que no podrán reemplazar en todo a la Casa Rosada. Lo aplaudió en primera fila Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas, que algunos perfilan como un posible sucesor. Tendrá que disputar el espacio con muchachos y muchachas de La Cámpora con la misma aspiración.
Fuente El Cronista