Gentío, el recuerdo de la guerra de Gaza y otras proclamas, acompañan el paseo de los políticos en la verbena
La Pradera de San Isidro, así, en mayúsculas, lleva ribetes de costumbrismo, siesta bajo los pinos sacramentales y un olor cárnico a la Castilla más norteña que se combina con un mojito y, en pequeño le da al pueblo madrileño una fiesta que, …
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Fuente ABC