Azucena, su viuda, y Ángel Arroyo recuerdan al ingobernable ciclista, poderoso sobre la bici, carismático, pero muy frágil también frente a la depresión y los excesos
Quince días antes de morir, Chava Jiménez se encontró de paseo en Ávila a Ángel Arroyo, el salvaje escalador que abrió una era en color en el Tour, segundo detrás de Fignon en 1983, vencedor en el Puy de Dome, antecesor de Perico Delgado, …
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Fuente ABC