Tras el anuncio del Fiscal de la Corte Penal Internacional de solicitar los arrestos de Benjamín Netanyahu y Yoav Gallant, diversas reacciones de rechazo han tenido lugar en Israel, reportó Enlace Judío.
El propio Netanyahu calificó durante un discurso publico de “escandalosa” a la decisión del fiscal y aseguró que esta “no nos detendrá ni a mí ni a nosotros”.
El canciller Yisrael Katz dijo: “La escandalosa decisión del Fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya es un ataque frontal desenfrenado contra las víctimas del 7 de octubre y nuestros 128 rehenes en Gaza. Mientras los asesinos y violadores de Hamás cometen crímenes de lesa humanidad contra nuestros hermanos y hermanas, el fiscal menciona al mismo tiempo al primer ministro y al ministro de Defensa de Israel junto a los viles monstruos de estilo nazi de Hamás, una desgracia histórica que será recordada para siempre. He ordenado el establecimiento inmediato de un centro de mando especial en el Ministerio de Asuntos Exteriores, con todas las entidades profesionales, destinado a luchar contra la decisión destinada principalmente a poner grilletes a las manos de Israel e impedirle ejercer su derecho a la autodefensa. Tengo la intención de hablar con los ministros de Asuntos Exteriores de los principales países del mundo para instarlos a oponerse a la decisión del fiscal y declarar que incluso si se emiten órdenes de arresto, no las ejecuten contra los líderes israelíes. Ninguna potencia en el mundo nos impedirá recuperar a todos nuestros rehenes y derrocar al régimen terrorista de Hamás“.
Por su parte, el presidente de Israel, Yitzhak Herzog, dijo: “El anuncio del fiscal de la CPI es más que escandaloso y muestra hasta qué punto el sistema judicial internacional está en peligro de colapsar. Tomada de mala fe, esta medida unilateral representa un paso político unilateral que envalentona a los terroristas en todo el mundo y viola todas las reglas básicas de la corte de acuerdo con el principio de complementariedad y otras normas legales. Los líderes de Hamás son dictadores opresivos culpables de iniciar asesinatos en masa, violaciones en masa y secuestros en masa de hombres, mujeres, niños y bebés. Cualquier intento de establecer paralelismos entre estos terroristas atroces y un gobierno de Israel elegido democráticamente, que trabaja para cumplir con su deber de defender y proteger a sus ciudadanos respetando plenamente los principios del derecho internacional, es escandaloso y nadie puede exceptuarlo. No olvidaremos quién inició esta guerra y quién violó, masacró, quemó, maltrató y secuestró a ciudadanos y familias inocentes. No olvidaremos a nuestros rehenes cuyo regreso seguro debería ser la principal preocupación de la comunidad internacional. Esperamos que todos los líderes del mundo libre condenen abiertamente este paso y lo rechacen firmemente”, concluyó.
El ministro Benny Gantz dijo por su parte: “El Estado de Israel se embarcó en la guerra más justa, tras una masacre de un grupo terrorista contra sus ciudadanos”.
“El Estado de Israel lucha de la manera más moral de la historia, apegándose al derecho internacional y tiene un sistema judicial fuerte e independiente. Colocar a los líderes de un país que entró en batalla para proteger a sus ciudadanos, en la misma línea que terroristas sedientos de sangre, es ceguera moral y una violación de su deber y capacidad de proteger a sus ciudadanos. Aceptar la solicitud del fiscal sería un crimen histórico que no desaparecerá”, finalizó.
El presidente de la Knéset, Amir Ohana, repudió lo que calificó como una equivalencia entre Israel y Hamás hecha por el fiscal. La Corte Penal Internacional de La Haya ha demostrado al mundo que no es legítima. Una institución que es incapaz de distinguir entre el agresor y el defensor, entre una democracia que respeta los derechos humanos y un grupo terrorista dedicado a su destrucción en nombre de los valores islámicos extremistas y el fanatismo asesino, representa un peligro para la humanidad. La decisión del fiscal Khan será recordada infamemente como el punto de inflexión en el que las instituciones jurídicas internacionales perdieron su brújula moral. La decisión es una que niega el derecho a la legítima defensa y hago un llamado al mundo entero y a los diputados de la Knéset a que se opongan a ella”, concluyó.
En tanto, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, dijo: “La declaración del fiscal de La Haya, que pone al primer ministro y al ministro de Defensa en la misma página que los dirigentes de Hamás, demuestra que enviar una delegación de Israel a la audiencia ante la Corte Antisemita fue un grave error desde el principio hasta su fallo final”.
Fuente Vis a Vis